La infanta Sofía comenzaba el pasado 29 de agosto una nueva etapa escolar en Gales, como alumna de Bachillerato del UWC Atlantic College, el mismo centro en el que su hermana también cursó estos estudios hasta el pasado verano.
Sin embargo, parece que este nuevo curso escolar no tiene muy contentos a los vecinos de la zona, que se han quejado de algunos actos vandálicos perpetrados por alumnos del citado internado, una polémica que afecta directamente al centro, que no ha tardado en responder a las reclamaciones de los lugareños.
LA POLÉMICA QUE AZOTA EL INTERNADO DE LA INFANTA SOFÍA
St Donat's, es la localidad donde se encuentra ubicado el UWC Atlantic College, y los vecinos se han quejado durante estos días de la actitud de algunos de sus alumnos que estarían haciendo demasiado ruido en sus salidas nocturnas, algunas de ellas a escondidas.
Los lugareños han hablado con el diario británico ‘The Sun’, al que han asegurado que los estudiantes salen constantemente de fiesta y los califican como "molesta plaga", destacando que “su alboroto” altera la tranquilidad del pueblo.
Además, los vecinos también se quejan de que los jóvenes terminan con las existencias de los pubs del lugar en sus salidas nocturnas, y subrayan que en el caso de los estudiantes mayores acuden en grupos de alrededor de 30 personas.
Los habitantes de St Donat’s también explican en el citado medio que al volver al centro escolar montan un “ruidoso espectáculo” que altera su descanso nocturno.
"Madrugo mucho por lo que intento irme a la cama a las 9 de la noche, pero siempre me despiertan con el alboroto a su vuelta a la escuela", denuncia uno de los vecinos, mientras otros destacan que la presencia de los estudiantes no solo les resulta molesta durante sus visitas, sino que también aseguran escuchar la música que los alumnos ponen dentro del internado debido al alto volumen.
Tras las quejas vecinales a ‘The Sun’, el UWC Atlantic College no ha tardado en responder y defender a sus alumnos, además de negar rotundamente los hechos denunciados por los vecinos.
El centro escolar asegura que sus 380 alumnos están integrados en la comunidad y se preocupan por conseguir un entorno de convivencia idóneo para todos, además de resaltar que todos ellos tienen toque de queda y los días que tienen permiso para salir deben volver a las 20:30 horas.