Mantener la casa limpia y ordenada no es una tarea fácil. Un abrigo por aquí, una mochila por allá, un espejo salpicado o una encimera con polvo son algunas pequeñas cosas que afean la casa y dan sensación de suciedad y desorden.
Y es que las obligaciones del día a día nos atropellan y no nos dejan tiempo para acometer a fondo todas las labores del hogar. Por ello, es importante crear una serie de hábitos y de costumbres en nuestra rutina diaria para que estos quehaceres no se nos acumulen, la situación se nos vaya de la manos y nuestra casa se convierta en una leonera.
Si te agobia la suciedad y el desorden pero no dispones de mucho tiempo para las tareas domésticas, coge aire e intenta buscar una solución ya. Dejar todo para más tarde no te va a ayudar porque las cosas no se hacen solas; solo conseguirás que las tareas se te amontonen y llegue un momento en el que ya no sepas por dónde empezar.
Minuto a minuto
Como el tiempo es un bien escaso, es importante exprimirlo al máximo y, precisamente, si hablamos de tiempo, limpieza y orden hay una sencilla técnica que te puede echar una mano. Se trata de la regla del minuto, una estrategia que no te va a costar nada adoptarla y que te va a facilitar mucho la vida.
Esta consiste en limpiar o en recoger algo justo después de hacerte una sencilla pregunta: ¿puedo hacerlo en un minuto? Si la respuesta es sí, entonces debes hacerlo. Hay muchas pequeñas tareas que si las hacemos en el momento solo nos llevarán unos segundos, pero si las dejamos para después se nos irán acumulando y su resolución acabará sumando minutos y horas.
Si eres constante y aplicas esta regla todos los días, harás de tu casa un lugar mucho más agradable y acogedor y tú vivirás mucho más a gusto en un entorno limpio y ordenado. Debes prestar atención a todas esas pequeñas cosas que puedes hacer en un minuto y no desistir, ya que llegará un día en que con muy poco esfuerzo obtendrás una gran recompensa.
Ese bote de gel acabado, esa ropa encima de la silla, esa taza en el fregadero sin meter al lavaplatos o esa pequeña mancha en el suelo que cuesta un momento limpiar son algunos ejemplos de esos pequeños inconvenientes a los que cuesta muy poco poner remedio.
Una técnica muy saludable
Además de mejorar el aspecto de tu hogar, la regla del minuto es muy saludable puesto que te va a ayudar a ser una persona más organizada, disciplinada, constante y responsable, y al ver el resultado de tus acciones de forma inmediata verás recompensado tu esfuerzo y mejorada tu autoestima.
Ya lo ves, no tienes ninguna excusa para no lanzarte a probar esta estrategia. Es muy sencilla y te llevará muy poco tiempo, muchas veces solo esos minutillos que se nos escapan sin darnos cuenta entre actividad y actividad.
Con esta regla del minuto acabarás también con la desagradable sensación de tener siempre tareas pendientes. Si no las atiendes a su debido tiempo, estas acabarán adquiriendo tal dimensión que te harán sentir abrumado y nunca te verás con el ánimo suficiente de abordarlas, ya bien por falta de tiempo o de ganas.