Así ha logrado este vecino de Donostia que los coches vayan más despacio por su barrio

Vecinos de Atotxa Erreka, el nuevo barrio residencial de Añorga, han mostrado su satisfacción por la instalación de un radar, que llevan tiempo solicitando al Ayuntamiento, sin saber que la caja aparecida en el número 13 de Atotxa Erreka Bidea, es falsa y ha sido instalada por un particular. Es frecuente que algunos conductores circulen por la carretera en cuesta de Atotxa Erreka a velocidades superiores a los 30 kilómetros por hora permitidos, con el consiguiente peligro, por lo que los vecinos han solicitado al Ayuntamiento la instalación del radar. El Consistorio confirmó a este periódico que él no ha instalado el aparato, ya que está preparando el pliego de condiciones para sacar a concurso su colocación.

La nueva zona de viviendas, donde residen ahora unos 600 vecinos, tiene acceso tanto por el polígono de Zuatzu como por la rotonda de Añorga Txiki.

La instalación del radar simulado ha sido denunciada por lo que podrá ser retirado próximamente. Aunque a algunos ciudadanos les ha indignado su instalación, en un terreno particular, pero a la vista de los conductores, otros han considerado que la solución no es mala. El vecino que ha colocado la caja con color verde fosforito y la señal de 30 fue conminado días atrás a retirar el aparato, pero él se negó, dijo que estaba en un recinto privado y que había sufrido "varios sustos" al salir de casa, porque "la gente va muy rápido", según ha podido saber este periódico.

"Atotxa erreka Bidea se ha convertido en una vía rápida en la que no se respeta la limitación general de Ciudad 30 para Donostia y es, de facto, el acceso alternativo al polígono de Zuatzu", explica uno de los vecinos del barrio que fue engañado por el falso aparato, y que añade que "todas las mañanas decenas de coches toman esta calle residencial para ir al parque empresarial y evitar las retenciones que se crean en Igara". Según explica, esto se produce mientras muchos escolares bajan caminando caminando hacia la ikastola y se dan situaciones de peligro en los pasos de cebra.

Asimismo, recuerda que la reparcelación y urbanización de terrenos y viales de esta zona de Añorga fue costeada íntegramente por los particulares propietarios del suelo y el plan de urbanización fue supervisado por la oficina técnica municipal. "El Ayuntamiento de Donostia además recibió sin coste parcelas ya urbanizadas para su posterior aprovechamiento económico y para que esta zona residencial de baja densidad gozara de una circulación relajada se incluyeron, en las partidas costeadas por los propietarios y la memoria de urbanización, badenes de goma en los pasos de cebra y así se entregaron al Ayuntamiento en la urbanización acabada en 2008", recuerda. Pero los badenes de goma, según su queja, fueron retirados por el Ayuntamiento cuando comenzaban a soltarse por el uso intensivo de camiones de obra. "La velocidad excesiva, la contaminación acústica y las situaciones de peligro no hicieron más que agravarse", recalca.