Los trabajos del nuevo trazado del topo en Donostia han vivido esta mañana uno de los momentos más significativos: el cale que ha permitido unir los dos frentes de ataque del túnel principal de la variante ferroviaria por el centro de la capital guipuzcoana, el que discurrirá entre Miraconcha y Easo de forma soterrada. Ha sido una operación realizada a 40 metros bajo tierra y complicada. Tanto que los operarios la han celebrado brindando con txakolí de Getaria.
Momento del bridis con txakolí tras realizar el cale con éxito
Se trata de un avance importante para la obra que el consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, ponía en valor desde uno de los andenes de la futura estación de Easo. Arriola aseguraba que la correspondiente a este tramo ha sido "la obra más compleja a la que Euskal Trenbide Sarea y el Gobierno Vasco se han tenido que enfrentar".
Además, el consejero ha destacado que "el cale de esta mañana muestra la gran capacidad técnica que tienen el equipo de Euskal Trenbide Sarea y todos los profesionales que trabajan en el día a día de esta obra, un tajo en el que en los últimos meses se ha trabajado con tiento, superando retos geológicos y de ingeniería, con soluciones avanzadas en un suelo complejo, para el tratamiento de túneles en zona kárstica, cuando no existían precedentes". El cale se ha producido en el punto kilométrico 935, a la altura de la confluencia de la calle Easo con Arrasate.
De hecho, el avance de hoy permitirá que las excavaciones de todo el trazado finalicen el próximo mes de septiembre. Después, en un par de meses, ese trazado subterráneo estará completamente hormigonado. Así, con los últimos avances realizados en las estaciones de Easo, Centro-Concha y Benta Berri, el departamento de Transportes estima que el nuevo topo hasta el centro de Donostia podría entrar en funcionamiento a finales de 2025 o principios de 2026.
Visita a las obras
El consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, ha podido comprobar el avance de los trabajos realizado por ETS, de primera mano, en una visita a la que han sido invitados también el viceconsejero de Infraestructuras y Transportes, Pedro Marco, y una representación del Ayuntamiento de San Sebastián encabezada por su alcalde, Eneko Goia, quienes han estado presentes en el momento en el que los equipos de la obra han realizado el cale y han visitado la caverna de la estación soterrada de Easo.
La obra del metro de Donostialdea es una de las piezas del plan estratégico para mejorar la movilidad ferroviaria de Gipuzkoa y fomentar el uso del transporte público sostenible: la nueva infraestructura elimina el fondo de saco en la estación de Amara (en el que ahora 'rebotan' los trenes) y genera un recorrido lineal que permite conectar mejor los barrios de la capital entre sí y aumentar las frecuencias de conexión de la ciudad y el resto del territorio de este a oeste. Esta intervención y otras que se están materializando al mismo tiempo en Gipuzkoa, como el intercambiador que se construirá en Riberas de Loiola para facilitar el trasvase de personas viajeras entre las cercanías de Renfe que surcan la provincia de norte a sur con las que utilizan Euskotren de este a oeste, permiten dicha reconfiguración.
Situación de los cañones y de la estación de Easo
Los cañones de acceso a la estación de Easo también están muy avanzados, sobre todo el de la plaza Xabier Zubiri, frente al hotel Londres, que ya está calado, mientras que el de la calle Loiola está a punto de calarse también. El cañón de la calle San Bartolomé está siendo preparado para su ejecución cuando el Ayuntamiento defina urbanísticamente el cerro que lleva el mismo nombre.
De esta estación quedarán por acometer únicamente la excavación del hueco del ascensor que saldrá directamente a la confluencia de la calle Easo con Arrasate, y la finalización de los pilotes para la instalación de la ventilación de emergencia de la calle San Bartolomé.
Además, en la estación soterrada de Easo, que sustituirá a la actual estación en superficie de Amara, los trabajos se centran en colocar el revestimiento definitivo con paneles de acero vitrificado, al tiempo que se montan las mezzaninas o vestíbulos. El cañón de acceso a esta estación se realizará en primera instancia a través de la calle Autonomía, cuya excavación está concluida, adonde también se podrá llegar a través de un nuevo ascensor con doble parada en las calles Salud y San Roke. El acceso desde el paseo de Errondo, por su parte, se ejecutará una vez que la variante soterrada entre en funcionamiento, porque ejecutarlo ahora obligaría al corte del servicio ferroviario que llega a la actual terminal en superficie de Amara.
El trazado de la variante soterrada del topo tiene 4,2 kilómetros de longitud, dividido en dos tramos, Lugaritz-Miraconcha, cuya obra civil concluyó en junio de 2022, y Miraconcha-Easo.