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Así juega el Dinamo de Kiev: mucho trabajo, poca pasión

El cuadro ucraniano demuestra en todos sus partidos que está bien preparado, pero la ejecución de todo aquello que entrena resulta excesivamente fría
Captura de pantalla correspondiente al Dinamo-Oleksandriya (3-0) correspondiente a este pasado fin de semana en la liga ucraniana. / DINAMO KIEV

La Real Sociedad recibe este jueves en Anoeta (21.00 horas) al Dinamo de Kiev, un rival que aterriza en Donostia con opciones prácticamente nulas de acceder a la siguiente fase de la Europa League. Los ucranianos han perdido sus cinco partidos previos, así que todo pasa para ellos por ganar los tres encuentros que les restan y esperar una posible carambola. El pleno de triunfos, sin embargo, no les va a resultar sencillo, pues deben medirse a domicilio al cuadro txuri-urdin y al Galatasaray, recibiendo en la última jornada al Riga letón. Además, su fútbol está resultando poco competitivo en el continente, cosa que no sucede por falta de trabajo (se aprecian en el Dinamo hechuras de equipo bien entrenado) y sí por cierta ausencia de pasión a la hora de ejecutar todo lo planteado. Así juega el adversario blanquiazul.

1- El dibujo

Las incógnitas previas marcan el modo en que el Dinamo llega a Anoeta. No está nada clara, para empezar, la composición del once, ya que el equipo viene de repetir alineación en sus dos últimos encuentros ligueros (miércoles y domingo) y se prevén bastantes cambios. Además, el entrenador Oleksandr Shovkovski, ex portero mítico de la entidad, suele modificar con frecuencia el sistema utilizado. Por ejemplo, el último precedente en la Europa League, la derrota de hace quince días contra el Viktoria Plzen (1-2) en Hamburgo, implicó para los ucranianos actuar con tres centrales dentro de una especie de 3-4-2-1.

En la visita continental a la Roma, mientras, el conjunto de Kiev apostó por una variante del mencionado esquema, un 5-3-2 de matices más conservadores principalmente por una cuestión de actitud. El viaje del Dinamo a Italia se dio sólo tres días antes de un decisivo partido liguero contra el Shakhtar Donetsk, por lo que Shovkovski rotó a sus hombres en el Olímpico y planteó además un encuentro de repliegue y contragolpe.

No obstante, durante los últimos encuentros ligueros, así como en anteriores partidos de Europa League, el Dinamo de Kiev ha jugado con un 4-3-3 que ahora mismo parece suponer su dibujo de cabecera. Así actuaron los ucranianos, por ejemplo, en la contienda de la primera jornada continental contra la Lazio, en el exilio de Hamburgo.

2- Movimientos con balón

El sistema de juego significa para el Dinamo de Kiev, como para todos los equipos en general, un mero de punto de partida. Luego el balón echa a rodar y entran ya en juego determinados movimientos para, en el caso de los ataques, tratar de desordenar al adversario, un propósito que el rival txuri-urdin busca cumplir tirando de dinamismo. Cuenta con futbolistas que cambian constantemente su ubicación, deformando el dibujo inicialmente empleado.

Buena parte de la movilidad en cuestión afecta precisamente a las salidas de balón del Dinamo de Kiev, un equipo que acostumbra a desmentir sobre el campo la teórica composición de su zaga. Como acabamos de observar, su 4-3-3 tiene tendencia a propiciar salidas de tres al incrustarse su pivote entre los dos centrales y proyectarse al ataque los laterales. Así ha sucedido también en la propia Europa League, por ejemplo durante el partido contra la Lazio.

Otro factor que lleva al Dinamo a deformar su dibujo afecta precisamente a los laterales, quienes no acostumbran a moverse exclusivamente en sus respectivas bandas. Resulta frecuente verles centrar su posición para sorprender por dentro, circunstancia que se combina además con la ya analizada tendencia a salir jugando desde atrás modificando la teórica composición de la zaga. Por ejemplo, contra el Viktoria Plzen, el equipo ucraniano empleó un supuesto 3-4-2-1 que, a la hora de iniciar los ataques, apostaba por una defensa de cuatro y centraba a uno de los carrileros. Veámoslo.

El mencionado Tymchyk suele ser el lateral-carrilero más utilizado para moverse por dentro. Sucede, sin embargo, que ha sido titular en los dos últimos encuentros y que apunta por lo tanto a descansar en Anoeta. Significa, en cualquier caso, un futbolista a tener en cuenta, porque su forma de actuar resulta significativa respecto al fútbol del adversario realista.

Por todo lo visto, parece claro que el Dinamo de Kiev es un equipo cuyos ataques tratan de pasar, en primera instancia, por la combinación en corto y el hallazgo para avanzar de conexiones interiores. Sin embargo, los ucranianos también saben contemplar la vía directa, una posibilidad que puede cobrar fuerza en Anoeta ante una Real agresiva en la presión. En este sentido, el punta Vanat es rápido a la hora de buscar los envíos largos que le lanzan y hábil a la hora de generar peligro una vez que los recibe. Eso sí, con él también existe la duda respecto a su titularidad, pudiendo el panameño Guerrero desempeñar ese mismo rol.

3- En defensa

El rival txuri-urdin este jueves es un equipo que maneja distintos registros defensivos, tal y como vamos a comprobar mediante las dos siguientes instantáneas. El Dinamo de Kiev se muestra capaz de pesionar de forma agresiva y adelantada, tal y como hizo, por ejemplo, en casa contra el Viktoria Plzen. Sin embargo, los ucranianos también han ejecutado durante la Europa League planteamientos más conservadores, como el que llevaron a cabo en Italia frente a la Roma.

Una vez vistas las dos opciones más extremas en cuanto a la actitud defensiva del Dinamo, podemos mirar al partido en casa contra el 4-3-3 de la Lazio (sistema que suele emplear la Real) como referencia fiable de lo que esperaría este jueves en Anoeta. Frente a los italianos, el idéntico 4-3-3 de los de Kiev se transformaba en 4-2-3-1 a la hora de presionar, para facilitar determinados emparejamientos. Este ligero cambio de dibujo respondió, principalmente, a la voluntad del técnico Shovkovski de emparejar con mayor sencillez a sus futbolistas de la medular con los tres centrocampistas visitantes.

Si el Dinamo plantea en Donostia una presión similar a la ejecutada ante la Lazio, la salida de balón va a estar para la Real en la zona exterior, por banda. El planteamiento de los ucranianos trata de tapar dentro al rival, llevarle fuera y, a partir de ahí, ahogarle contra la cal, algo a lo que contibuyen también los futbolistas del lado opuesto al balón. En este último sentido, tal y como veíamos ahora con la ayuda interior de Kabaev, el papel de los extremos resulta importante, pues deben dejar a menudo su banda para colaborar en la presión en zonas más centradas.

4- Conclusiones

Pese a su paupérrima estadística europea (colista sin puntuar), el Dinamo de Kiev no es un equipo a la deriva, ni mucho menos. Durante todos sus partidos plantea cosas y ejecuta movimientos que acreditan todo lo trabajado durante los entrenamientos. Se aprecian en la forma de proceder de los ucranianos hechuras de escuadra preparada, que salta al campo con planes muy definidos, pero que a su vez sufre a la hora de convertir en práctica toda la teoría previa. En este sentido, hablamos de un conjunto frío, muchas veces carente de ritmo y de pasión, circunstancias que tampoco pueden disociarse de la situación político-social que atraviesa Ucrania. El país está en guerra y sólo dos futbolistas del plantel (un colombiano y un panameño) son extranjeros, de ahí que pueda costar centrarse en lo deportivo, más aún tras las odiseas que implica cruzar la frontera para competir en el continente.

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12/12/2024