Todo el que visita Donostia en época navideña hace una parada obligatoria en la Plaza de Gipuzkoa. Allí se sitúa una de las principales atracciones de Navidad y una de las más tradicionales: el gran belén instalado por la Asociación de Belenistas de Gipuzkoa.
No falta de nada: desde el nacimiento hasta los Reyes Magos. Pero también hay hueco para el panadero, el mercado, el ángel o la huida a Egipto. Y como no podía ser de otra manera, tampoco falta el Olentzero, quien tiene su espacio en este belén monumental.
Décadas de tradición
Fue en 1957 cuando el entonces teniente de alcalde de Donostia y responsable del CAT -Centro de Atracción y Turismo-, D. Pedro Arana, acordó con los comerciantes de la ciudad colocar un gran belén para dar mayor ambiente navideño a la capital guipuzcoana. Entonces, consensuaron que el lugar más adecuado para ese gran belén sería la Plaza de Gipuzkoa.
Los artistas José Luis Usabiaga y Rafael Munoa recibieron el encargo y realizaron el primer belén de la Plaza Gipuzkoa, constituido por 12 figuras, que fue colocado a la altura del actual reloj foral. Tuvo tanto éxito que, enseguida, se decidió ampliarlo hasta las casi 150 figuras que luce hoy en día.
Y aunque esas figuras, de un metro de altura, están realizadas con materiales que soportan bien las inclemencias meteorológicas, el paso del tiempo ha hecho mella en ellas y en los últimos años han tenido que ser sometidas a un proceso de renovación. Desde 1986, es la Asociación Belenista de Gipuzkoa quien se encarga de su mantenimiento y puesta al día para que año tras año el gran belén de la Plaza de Gipuzkoa no falte a su cita con la Navidad donostiarra.