El día de Reyes y la víspera no es nada raro ver largas colas de personas frente a panaderías y pastelerías esperando su turno para comprar el tradicional Rosco de Reyes. Es un postre que no suele faltar en ninguna casa y ver a quién le toca la figura del rey y el haba se ha convertido en una tradición navideña en todas las familias.
Para quien disfrute de la cocina casera y no tenga miedo a las masas fermentadas, aquí va una receta para elaborar un rosco casero. El paso a paso es algo laborioso porque necesita tiempos largos de reposo y levado, pero es sencillo y siguiendo la receta se puede conseguir un rosco esponjoso y aromático que no tendrá nada que envidiar a los comprados.
El prefermento
- 90 gr. de harina de fuerza
- 50 ml. de leche templada
- 2 gr. de levadura fresca
Amasar y dejar reposar dos horas a temperatura ambiente.
La infusión aromática
- 130 ml de leche
- 1 rama de canela
- Cáscara de naranja y limón
- 1 cucharada de agua de azahar
- 1 cucharada de ron
Calentar la leche, sin que llegue a hervir, junto a la canela y las cáscaras de limón y naranja. Apagar el fuego y añadir el agua de azahar y el ron. Dejar que enfríe, colar y reservar.
La masa
- 1 huevo y 1 yema
- 80 gr. de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- Ralladura de limón y naranja
- 15 gr. de levadura fresca
- 350 de harina de fuerza
- 75 gr. de mantequilla (pomada, es decir, que esté blanda pero no derretida)
Batir los huevos con el azúcar durante un minuto hasta que blanquee. Añadir la sal y las ralladuras de naranja y limón.
Añadir la infusión aromática junto con 15 gramos de levadura fresca y mezclar bien.
En un bol grande, mezclarlo con la masa del prefermento y otros 350 gr. de harina de fuerza.
Amasar, durante 10 minutos, y añadir poco a poco los 75 gr. de mantequilla.
Dejar reposar en un bol a temperatura ambiente y tapado con un trapo durante dos horas hasta que doble su tamaño.
Sacar la masa sobre la encimera, darle un ligero masaje para quitar el aire, y dar forma de rosco. Para ello, hacer un agujero en el centro de la masa y abrirla poco a poco para que coja forma de rosco, intentado que tenga el mismo grosor en todos los lados.
Colocar sobre un papel de horno, y colocar un aro engrasado en el centro (opcional) que se pueda meter en el horno para que la masa no se junte en el centro. Tapar y dejar reposar durante otra hora, mejor en un lugar cálido, para que vuelva a doblar su tamaño.
Precalentar el horno a 180 grados con calor arriba y abajo sin ventilador.
Para decorar
En un cuenco, batir el huevo para pintar el rosco.
En otro cuenco mezclar 50 gr. de azúcar con una cucharita de agua para hacer pequeñas rocas de azúcar y decorar por encima del rosco. Añadir la almendra laminada, y si gusta, frutas confitadas.
Se hornea, primero 10 minutos a 180 grados, y luego otros 12 o 15 minutos a 160 grados hasta que se dore.
Por último, rellenarlo de nata o crema ya es cuestión de gustos.