Preparar un baño de espuma en casa es una excelente manera de relajarse y disfrutar de un ratito de tranquilidad. En una tarde de otoño o de invierno en la que afuera el aire frío corta la respiración, o después de una larga y estresante jornada de trabajo, sumergirse en una bañera de agua caliente es un enorme placer y una acción muy beneficiosa para la salud.
Relajación de los músculos, estimulación de la circulación, desintoxicación del cuerpo, mejora del sistema inmune o reducción de los niveles de estrés y ansiedad son algunos de los beneficios que nos proporciona un baño y si es de espuma hará que nos sintamos en la gloria.
Sin embargo, no podemos hacerlo de cualquier forma. Además de seguir unos pasos concretos para su preparación y disfrute, es importante saber que el baño no debe durar más de 30 minutos porque el agua caliente podría secarnos la piel. Además, la temperatura ideal de la habitación debería rondar los 27 grados.
Un baño de espuma en 5 pasos
Por todo ello, por sus grandes beneficios y por el bienestar que produce, te enseñamos cómo prepararte un baño de espuma en casa en solo 5 pasos.
1- Elabora la 'pócima mágica'
En primer lugar, prepararemos la mezcla con la que vamos a obtener la espuma. Para ello, cogeremos un recipiente y pondremos en él media taza de jabón líquido aromático, si es natural mejor, ya que dejará tu piel más suave e hidratada; agregaremos una taza de aceite, mejor si es de oliva, y por último un chorrito de miel, que dejará tu piel sedosa. Unas gotitas de tu aceite esencial favorito darán el toque final y personal a tu mezcla.
2- Vierte la mezcla en el agua
Con la mezcla lista, ya solo te queda abrir el grifo y verterla poco a poco mientras cae el agua hasta que se llene la mitad de la bañera; recuerda que cuando te metas en ella el volumen aumentará. La temperatura del agua debe estar entre los 37 y los 39ºC, lo suficientemente caliente para relajar los músculos, pero sin quemarte.
3- Prepara el ambiente
Apaga las luces principales del baño y enciende algunas velas aromáticas para crear un ambiente relajante. Puedes usar velas de lavanda, vainilla o cualquier aroma que te guste. Si lo deseas, puedes poner también música suave o sonidos relajantes (de naturaleza o música instrumental) que te ayudarán a desconectar.
4- Sumérgete y disfruta
Entra en la bañera y siéntate o recuéstate, sumergiendo tu cuerpo en el agua tibia y espumosa. Deja que el calor y las burbujas relajen tus músculos. Si deseas exfoliar tu piel, puedes usar una esponja o cepillo corporal suave mientras disfrutas del baño.
5- Mima tu piel
Sal de la bañera con cuidado, pisa con tus pies mojados sobre una alfombrilla y envuélvete en una toalla grande y suave o en un albornoz. Sécate bien y aplícate una crema hidratante o un aceite corporal para mantener tu piel suave e hidratada después del baño.
Con solo unos pocos minutos de preparación, tu baño de espuma se convertirá en un momento único que sin duda querrás repetir.
Siete baños de cine
El mundo del cine nos ha dejado escenas míticas de películas en las que la bañera ha tenido un protagonismo especial. Algunas de ellas son:
‘Pretty Woman’ (1990). Quién no recuerda a Vivian (Julia Roberts) dándose un baño de espuma en una inmensa bañera blanca mientras escucha música en un walkman.
‘La naranja mecánica’ (1971). Malcolm McDowell da vida a Alex en el clásico de Stanley Kubrick y en una de las escenas aparece dándose un baño.
‘La tentación vive arriba’ (1955). Esta película encumbró a Marilyn Monroe a icono del cine y en ella aparece dándose un baño de espuma.
‘American Beauty’ (1999). Lester (Kevin Spacey) sueña a Angela (Mena Suvari) desnuda dentro de una bañera de mármol cubierta de pétalos de rosa en una de las escenas más míticas de esta película.
‘El diario de Noah’ (2004). Los personajes interpretados por Rachel McAdams y Ryan Gosling protagonizan una inolvidable escena en una elegante bañera negra.
‘Pesadilla en Elm Street’ (1984). Nancy se duerme en la bañera y es llevada por Freddy Krueger al fondo de la misma, convertida en un gigantesco pozo lleno de agua.
‘Cleopatra’ (1963). Elizabeth Taylor dio vida a Cleopatra, la reina egipcia y diosa de la sensualidad famosa por darse unos lujosos baños sumergida en leche de burra.