Economía

Así puedes reducir el desperdicio alimentario y ahorrar un dinero a final de mes

La ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario establece una jerarquía de las prioridades que se deben seguir antes de descartar los alimentos
Una persona tira una ración de comida al cubo de la basura.
Una persona tira una ración de comida al cubo de la basura.

Más de 780 millones de personas sufren hambre en el mundo, un drama que afecta directamente a un tercio de la población mundial. Atendiendo a estas cifras, el desperdicio alimentario se presenta como una enorme irresponsabilidad, al tratarse de alimentos seguros y nutritivos que se descartan o se destinan a usos diferentes de la alimentación humana o animal a lo largo de la cadena alimentaria.

Los datos son alarmantes: la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que un tercio de los productos producidos anualmente en el mundo se desechan; en 2022 esa cifra se situó en 1.050 millones de toneladas y se apunta a los hogares como la principal fuente de desperdicio alimentario, origen del 60% de este despilfarro.

Entre las iniciativas para tratar de ponerle remedio a este problema está la ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, aprobada por el Gobierno central en diciembre y que entró en vigor el pasado enero. Su objetivo: reducir la cantidad de comida que se tira y garantizar que los productos aptos para el consumo lleguen a quienes los necesitan.

Un hombre tira más de media pizza a la basura.

Un hombre tira más de media pizza a la basura.

El excedente de los supermercados

El propósito de esta ley es reducir en un 50% el desperdicio alimentario en el sector minorista del consumo y disminuir en un 20% las pérdidas en toda la cadena de producción y distribución. Según esta, los supermercados deben seguir una jerarquía de prioridades antes de descartar alimentos.

Su primera opción debe ser donarlos a bancos de alimentos y entidades sociales. Si esto no es viable, se optará por transformarlos en productos para la alimentación animal o reutilizarlos en otras industrias. Solo en última instancia, se podrán convertir en compost o ser incinerados para generar energía.

Economía familiar

El desperdicio alimentario supone también una pérdida de miles de millones de euros cada año en el mundo, lo que tiene también su impacto en los hogares. Acabará pasando factura a la economía familiar puesto que, con el dinero gastado en los alimentos que finalmente se tiran, se podrían satisfacer otras necesidades.

Nadia San Onofre y Anna Bach, ambas profesoras de los Estudios de Ciencias de la salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ofrecen una serie de consejos para evitar el desperdicio alimentario en el hogar. Estos son:

Planificar bien las comidas

Elaborar una lista de las comidas que se van a preparar durante la semana.

Utilizar las sobras

Dar una segunda vida a los alimentos que sobran en las comidas.

Congelar

Guardar porciones de comida preparada en el congelador y etiquetarlos con la fecha de congelación para consumirlos antes de que se pierdan.

Tuppers con comida preparada listos para congelar.

Tuppers con comida preparada listos para congelar.

Controlar la caducidad

Controlar las fechas de consumo preferente y de caducidad de los productos. La primera se refiere a la calidad (los alimentos se pueden consumir incluso después de la fecha, aunque pueden haber perdido parte de su sabor o de su textura) y la segunda, a la seguridad (los alimentos no deben consumirse más allá de la fecha porque pueden resultar perjudiciales para la salud).

Utilizar platos más pequeños

Servirse la comida en platos más pequeños y si hace falta repetir.

Almacenaje correcto

Seguir las instrucciones de almacenamiento y mantener la nevera a una temperatura de entre 1 y 4ºC.

Ser conscientes de lo que guardamos

Hacer un inventario de los productos y de los alimentos que se tienen guardados en la despensa y en la nevera evitará comprar otros nuevos de forma innecesaria.

Rotar los alimentos

Utilizar primero los alimentos más antiguos y los que caduquen antes.

Al hacer la compra

Hacer una lista de la compra solo con los productos necesarios evitará las compras compulsivas y ayudará a comprar solo la cantidad necesaria.

Al comer fuera

Si se sale a comer a un bar o a un restaurante, pedir una fiambrera y llevarse la comida que no se haya podido terminar para consumirla después.

Estos pequeños gestos en el hogar contribuirán a un menor desperdicio alimentario y a un mayor ahorro en la economía familiar, que nunca vendrá mal.

2025-04-07T07:00:03+02:00
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