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La desgraciada tragedia que se cebó a finales de octubre especialmente con la Comunitat Valenciana en forma de DANA causó 220 fallecidos y varios de ellos murieron ahogados dentro de sus propios coches, tratando de sacarlos de garajes subterráneos o viéndose sorprendidos por la fuerza del agua mientras conducían.
Salir del coche a tiempo
El peligro de permanecer dentro del coche cuando se produce una inundación, o cuando tras un accidente el vehículo cae, por ejemplo, a un río, es que la presión que ejerce desde fuera el agua impide abrir la puerta a quien se encuentra dentro. Y como, salvo los modelos más antiguos, la gran mayoría de vehículos cuentan con elevalunas eléctricos que dejarían de funcionar si el coche queda sumergido o si el motor o la batería no funcionan, los ocupantes del vehículo tampoco podrían abrir las ventanillas. Así, quedarían atrapados con riesgo muy serio de un desenlace fatal rápido.
De ahí la importancia de salir del coche antes de que se inunde. Pero si ya no estamos a tiempo de hacerlo es imprescindible saber cómo podríamos romper un cristal que nos permitiera escapar y evitar la tragedia. Unos conocimientos que también nos pueden ayudar a rescatar a una persona que esté atrapada en su vehículo.
No todos los cristales se rompen igual
El Real Automóvil Club de España (RACE) explica que no todos los cristales de un coche se rompen de la misma manera, porque son de diferente tipo. El más difícil de quebrar es el parabrisas, porque tiene una composición laminada, destinada a aguantar los impactos en caso de accidente. Tampoco es recomendable tratar de romper la luneta trasera, que es vidrio templado pero que puede resistirse a la rotura al tener láminas metálicas que sirven para desempañar el cristal.
Por lo tanto, los más fáciles de romper y en los que nos deberíamos centrar son los de las ventanillas laterales, que están hechos de vidrio templado, como la luna trasera, pero que no cuentan con esas láminas metálicas.
Cinco pasos para romper un cristal
El RACE enumera cinco pasos para romper los cristales del vehículo en caso de necesidad.
El primero es mantener la calma en la medida de lo posible para decidir qué cristal debemos romper.
Debemos utilizar una de las alfombrillas del coche para protegernos la cara y el cuerpo cuando rompamos el cristal lateral y no cortarnos con los trozos que pueden salir despedidos.
En caso de que no contemos con ningún instrumento punzante, podemos sacar el reposacabezas y emplear los hierros que lo sujetan al asiento. Pero no se trata de golpear el cristal con los hierros, sino de meter uno de ellos por una de las esquinas de la ventana, en el hueco en el que está la junta, y hacer palanca.
Si tenemos una herramienta rompecristales, un punzón o un martillo, debemos golpear en un lado del cristal por dos razones: porque es menos resistente en los laterales que en el centro y porque así el resto quedará protegido por la alfombrilla.
Cuando ya hemos roto el cristal tenemos que aprovechar la alfombrilla para retirar los restos que han quedado en el marco y colocarla sobre la parte inferior de la ventanilla para no cortarnos al salir por ella.
Por último, debemos rescatar al resto de pasajeros del coche, si los hay, antes de escapar de la zona de peligro y buscar un lugar seguro.
Herramienta rompecristales
Aunque no es muy habitual que alguien se vea en la necesidad de tener que romper un cristal para escapar del coche, no está de más ser precavido y estar preparado para ello, porque puede ir una vida, o varias, en ello. Para no tener que recurrir a instrumentos que no están preparados para quebrar vidrios, y que nos pueden dificultar mucho la labor, existe en el mercado una herramienta, que cuesta menos de 10 euros, que se puede colocar en el llavero del coche y que no sólo permite romper las lunas, sino también cortar el cinturón de seguridad.