No es nada habitual construir un frontón en el tejado de un edificio. En Bilbao, sí. Es más, el espacio deportivo se ha levantado 17 metros del suelo y a caballo entre dos cubiertas, una la de un bloque de nueva construcción en el solar número 4 de la calle Esperanza del Casco Viejo, la otra, la tapa que cubre la estación de la línea 3 del metro del Casco Viejo construida hace más de cinco años.
Un hito arquitectónico del que se ha encargado el Gobierno vasco a través del gestor ferroviario Euskal Trenbide Sareak (ETS) y que está contando con la financiación al 50% del Ayuntamiento de Bilbao.
El proyecto tan atípico es consecuencia de un acuerdo entre ambas instituciones después de que el gestor ferroviario dependiente del Ejecutivo de Lakua requiriera el derribo del antiguo frontón de la calle Esperanza para acometer la construcción de la nueva estación del Casco Viejo de la línea 3 del metro en 2013.