Seguimiento nocturno, incluida la colocación de un dispositivo de geoposicionamiento en el coche en el que murió la víctima; o la incautación de un cuchillo de cocina y una pistola detonadora por parte de la Policía Nacional a uno de los detenidos en la misma noche del asesinato, son algunos de los asombrosos hitos que antecedieron al denominado crimen de Villava, en el que un vecino de Pamplona, Alfredo Ogando Uceta Gualey, de 48 años, fue brutalmente acuchillado en la mañana del 15 de enero de este año.
La Brigada de Delitos contra las Personas de la Policía Foral ha realizado un escrupuloso trabajo de reconstrucción de los momentos previos y posteriores al asesinato, que forman parte del sumario que instruye el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona, Edilberto Esteban Iglesias, que la próxima semana convocará a las partes a que concreten las imputaciones sobre las tres personas detenidas por este suceso.
Entre los arrestados se encuentra el supuesto autor material, Yaronknys Miguel Jiménez Pérez, de 24 años y vecino de Mutilva; y el supuesto coautor, Emmanuel Florentino Alcántara, de 20 años, amigo del anterior. Ambos se encuentran en prisión provisional tras sus respectivas fugas a República Dominicana y Madrid, mientras que D.S., esposa del primero de ellos, permanece en libertad provisional.
Relaciones extramatrimoniales
No obstante, la concatenación de sucesos y hechos que desembocaron en la muerte de Ogando Uceta, a manos de Yaronknys Miguel Jiménez, de 24 años, se inician muchos antes del 15 de enero: en las desavenencias surgidas entre los dos hombres de origen dominicano, a raíz de las relaciones extramatrimoniales cruzadas entre ellos y sus esposas.
En el momento del crimen, según se desprende de las diligencias practicadas por el Juzgado de Instrucción número 4, D.S. mantenía una relación sentimental con Alfredo Ogando, fuera de su matrimonio con Yaronknys Miguel Jiménez, lo que motivó algunos enfrentamientos y disputas entre los dos varones. Previamente, en 2020, este último tuvo un encuentro puntual con la viuda de Gualey.
En la noche previa al acuchillamiento, D.S. se ausentó del domicilio en el que residía con Yaronknys Miguel Jiménez, y en el cual se había instalado pocos días atrás Emmanuel Florentino Alcántara, que había viajado desde República Dominicana para vivir con su amigo de la infancia en Mutilva. La esposa del supuesto autor material del crimen se dirigió en su coche particular a un local de ocio nocturno del barrio pamplonés de San Juan.
Denunciado esa misma noche
A primera horas de la madrugada, siempre según las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Foral, la mujer contactó con su marido para pedirle que fuese a buscarla. Por ellos, los dos supuestos coautores del asesinato se trasladaron en el turismo de Yaronknys Miguel Jiménez al barrio de San Juan, donde una patrulla de la Policía Nacional identificó a Emmanuel Florentino Alcántara al observar una actitud sospechosa, intentado ocultar algún objeto debajo de un vehículo.
Esos objetos que intentó esconder el joven dominicano, que ofreció a los agentes una identidad falsa al asegurar que era colombiano, resultaron ser un cuchillo de cocina y una pistola detonadora, con apariencia de arma de fuego real. Los agentes de la Policía Foral le decomisaron las armas y lo denunciaron por una infracción administrativa por estar en la vía pública con objetos peligrosos.
Con posterioridad a este sorprendente episodio, la pareja de amigos se dirigió a Villava, al entorno de la discoteca Dalí, situada en el polígono de Landazábal, al tener información de que D.S. podría encontrarse en ella. Mientras que se producía el encuentro entre ella y Alfredo Ogando, los dos detenidos por su implicación en el crimen localizaban su coche, lo abrían y depositaban en su interior un teléfono móvil encendido, con el geoposiconamiento activado, con la aparente intención de poder seguir los pasos que D.S. diera con posterioridad.
A las puertas del hotel
Pocos minutos antes del cierre de la discoteca, D.S. y Alfredo Ogando se desplazaban en el citado turismo hasta las puertas del Hotel Villava, situado en las inmediaciones de la discoteca. Mientras que ella accedía al interior del establecimiento con el objetivo de reservar una habitación, el hombre permanecía en el vehículo, estacionado en las proximidades.
Las grabaciones de las cámaras situadas en el entorno del hotel han permitido a la Policía Foral determinar que en ese momento llegó hasta la escena del crimen el coche de Yaronknys Miguel Jiménez, que estaba acompañado por Emmanuel Florentino Alcántara. Sin embargo, al menos hasta el momento, no constaría en la causa un vídeo que recogiera el momento del acuchillamiento, ni tampoco testigos oculares del mismo o persona que haya identificado al supuesto autor del crimen.
Lo que sí consta es que uno de los trabajadores del hotel declaró que observó una pelea entre dos varones en el aparcamiento, por lo que accedió al establecimiento para llamar a la Policía. Lo que es incontestable es que Alfredo Ogando recibió un total de 25 cuchilladas en la cara, el cuello y el pecho.
Las mismas cámaras de seguridad, y el testimonio de D.S., coinciden en situar en el lugar a Emmanuel Florentino Alcántara, que tras el acuchillamiento se montó en el coche de su amigo y se dieron a la fuga. A los pocos metros, en plena huida, el arma homicida fue arrojada por la ventanilla del vehículo: una navaja de unos 10 centímetros de hoja, que los análisis de laboratorio han confirmado que estaba manchada con sangre de la víctima, si bien también había restos del autor del crimen, que sufrió cortes en una mano.
Tras el crimen, los dos varones regresaron al domicilio en Mutilva, donde el autor material del acuchillamiento se cambió la ropa ensangrentada, y seguidamente se desplazaron en el mismo coche al Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid. En la misma T4, Yaronknys Miguel Jiménez adquirió un billete a Santo Domingo pocos minutos antes de embarcar en el avión y escapar de España.