La mala circulación de la sangre puede tener muchas y diversas causas, pero las principales tienen que ver con malos hábitos alimentarios. Sea cual sea el motivo, algunos consejos pueden ayudar a evitar este problema y las molestias que conlleva.
Consejos
Realizar masajes. Con una crema o aceites esenciales de menta o de romero puedes realizar un suave pero firme masaje que debe comenzar en los pies. Después, ve subiendo hasta llegar a los muslos. De esta manera se consigue aumentar el flujo de la sangre y se reducen notablemente esos molestos problemas circulatorios.
Evitar el sedentarismo. Hay que hacer ejercicio diariamente. Pasear a paso rápido y nadar son dos buenos ejemplos.
Una buena alimentación es clave. Hay alimentos que ayudan a bajar la presión arterial: espinacas, apio, semillas de girasol, aguacate, chocolate, cítricos o pescados. Además, debes introducir en la dieta alimentos con fibra, reducir la ingesta de sal e hidratarte bien.
Contrastes de agua fría en la ducha. Puede ser beneficioso tomar una ducha de agua fría o de contrastes en las piernas, alternando agua fría y tibia. El agua fría tiene un efecto vasoconstrictor, las venas se cierran un poco y bombean mejor la sangre de retorno hacia el corazón.
Ropa. Mejor elegir prendas ligeras, cómodas y transpirables, y que no aprieten.
Elevar las piernas. Al llegar a casa, lo ideal es dedicar unos minutos a relajarte elevando ligeramente las piernas. De esta manera ayudas a que la sangre retorne con más facilidad y se active la circulación sanguínea.
Dejar de fumar. El tabaco es causante de enfermedades circulatorias y puede aumentar la presión arterial.
Las más vulnerables
Las mujeres de más de 65 años las más vulnerables. En concreto, a partir de la menopausia y, en general, de los 40 años es cuando los problemas o bien aparecen o se agudizan si ya estaban presentes, como por ejemplo pesadez de piernas.
Por eso, es necesario que este grupo de población se mantenga especialmente activo, siguiendo las recomendaciones para mejorar la circulación sanguínea, con especial énfasis en la hidratación y las duchas de agua fría o de contrastes en las piernas.