Vida y estilo

Así se trata un hemangioma, el tumor más frecuente en la infancia

Puede llamar la atención por su aspecto, más o menos abultado y con manchas rojas sobre la piel. Se trata de un tumor vascular no cancerígeno que tiene una alta incidencia en recién nacidos
El hemangioma es un tumor vascular no cancerígeno que tiene una alta incidencia en bebés. / F.P.

Entre un 2% y un 10% de los recién nacidos padece un hemangioma infantil, el tumor vascular pediátrico más frecuente en la infancia, si bien podría haber muchos más casos si se tiene que en cuenta que los lactantes suelen ser dados de alta antes de que la enfermedad se manifieste por lo que, según expertos, los registros pueden estar incompletos.

De hecho, se piensa que en los últimos 40 años se ha producido un aumento significativo y constante de la incidencia del hemangioma infantil debido al incremento de los casos de prematuridad y de bajo peso al nacer.

Además, existen otros factores que dificultan la determinación de la verdadera incidencia de este tumor como, por ejemplo, la falta de asistencia a la revisión médica, el sesgo de derivación y la variación en la nomenclatura de las anomalías vasculares, cuya clasificación no se estandarizó hasta el año 1982. Así se ha puesto de manifiesto en las Jornadas Interactivas sobre Hemangiomas Infantiles, unas formaciones organizadas por los laboratorios Pierre Fabre con el objetivo de mejorar la formación de los profesionales sanitarios (dermatólogos y pediatras) en esta patología y, por ende, el diagnóstico de la misma.

La doctora Carmen Ruiz de la Cuesta, pediatra del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, señala también el hecho de que actualmente en el Estado se cuenta sólo con cinco hospitales de referencia, por lo que es necesario lograr que profesionales que trabajan en otras zonas estén suficientemente formados.

Tratamiento

Aunque en la mayoría de los casos los hemangiomas infantiles son tumores benignos, un 10% pueden necesitar tratamiento médico, especialmente cuando se producen sangrados, úlceras, deformidad facial o hay algún órgano cuya funcionalidad se ve comprometida.

Hay casos en los que por la localización del hemangioma puede aumentar el riesgo de mortalidad al afectar a órganos importantes como, por ejemplo, los localizados en la región mandibular, los hepáticos o los situados en la región periorbitaria.

Ahora bien, la complicación más frecuente de los hemangiomas infantiles es la ulceración, la cual ocurre hasta en un 13% de los casos en la fase proliferativa, que es muy dolorosa y, en ocasiones, produce secuelas importantes como cicatrices atróficas.

Todas ellas suelen ocurrir en los tumores de gran tamaño, los segmentarios o los localizados en la región facial o perineal, por lo que habitualmente precisan tratamiento precoz. “No todos los hemangiomas infantiles requieren tratamiento, pero cuando se necesita y se administra de forma precoz y adecuada, se evitan las secuelas posteriores”.

09/02/2025