El Ayuntamiento de Bilbao continuará transformando la calle María Díaz de Haro en un gran corredor verde entre Doña Casilda y el Parque Ametzola, a través de La Casilla. Se trata de un ámbito de actuación total de casi un kilómetro de longitud, con una sección de fachada a fachada de 25 metros, que ahora se completará con la segunda y última fase de las obras.
Si en una primera fase, ejecutada entre noviembre de 2021 y junio de 2023, se abordó el tramo final -comprendido entre Simón Bolívar y Autonomía-; ahora le toca el turno al tramo inicial, es decir, a las cuatro manzanas ubicadas entre la Gran Vía y la calle Simón Bolívar. O lo que es lo mismo, una superficie total de 13.780 metros cuadrados. Un área en la que actualmente existen 3.600 metros cuadrados destinados a zona peatonal, pero que, una vez finalizados los trabajos, se alcanzarán los 6.200.
El objetivo es claro, tal y como ha subrayado esta mañana el alcalde Juan Mari Aburto, "en la línea de lo ya ejecutado, daremos continuidad al corredor verde y culminaremos el proyecto, generando aceras más amplias, más zonas estanciales y propiciando en el entorno más arbolado y vegetación". Esta fase de la obra –ha detallado– contará con "un presupuesto de 6.327.253 euros y un plazo de ejecución de catorce meses".
Por su parte Kepa Odriozola, concejal del Área de Obras Públicas y Servicios, ha desgranado el plan municipal para una obra que se dividirá en cuatro tramos, uno por manzana:Primer tramo, entre Gran Vía y Rodríguez Arias.Segundo tramo, entre Rodríguez Arias y Licenciado Poza.Tercer tramo, entre Licenciado Poza y Alameda Urquijo. Cuarto tramo, entre Alameda Urquijo y Simón Bolivar.
"Está previsto -ha señalado Odriozola- que el proyecto sea aprobado en una próxima Junta de Gobierno y que, a continuación, las obras salgan a licitación". En coherencia con la primera fase, se dará prioridad al viandante y al acceso a los locales en planta baja, por lo que "se establecerá el uso peatonal como prioritario, sin olvidar la necesidad del uso rodado, tanto de paso como de acceso".
Cuatro tramos, jardinera central
En el primer tramo, el que discurre entre la Gran Vía y Rodríguez Arias, se propone una sección diferente al resto, con el objetivo de dar continuidad al parque de Doña Casilda y consolidando el concepto de corredor verde. Así, en esta manzana, se proyecta una mediana verde o jardinera central con una franja arbolada y con gran variedad de planta arbustiva.
Esta jardinera central tendrá un diseño innovador y moderno, que no pasará desapercibida ni para las y los peatones ni para las personas conductoras. Una serie de tiestos deconstruidos envolverán la nueva vegetación en un parterre delimitado por un murete decorado con un colorido aplacado a base de plaqueta de gres en tonos verdes. Por la noche este diseño vanguardista cobrará un mayor protagonismo, con un juego de luces que acentuarán aún más las formas y el arbolado a la caída del sol.
En cuanto a la sección de la calle, las aceras se ensancharán a más de seis metros la del lado par y a más de cuatro metros del lado impar.
Se ampliará el paso de peatones de Gran Vía y se adelantará la acera del lado de la plaza Ramón Basterra, con el fin de facilitar el paso y crear una mayor conexión peatonal entre Doña Casilda y la propia calle María Díaz de Haro. El nuevo paso de peatones se plantea, además, elevado por ese mismo motivo.
En el resto de los tramos, se reorganizará la sección de la calle, reduciendo la zona de calzada a dos carriles, ensanchando las aceras a algo más de seis metros a cada lado y creando zonas estanciales alternas aprovechando ese ensanchamiento.
Bidegorri
También se proyecta un bidegorri que dará continuidad al existente en la calle Anselmo Clavé y conectará -a través de la plaza Ramón Basterra y a lo largo del propio ámbito de la obra- con el entronque del ejecutado en la primera fase, a la altura de Simón Bolívar.
Por su parte, la línea de los alcorques de acera, siguiendo el esquema de la obra ya realizada, incorporará suelo estructural, a base de gravas especialmente tratadas que favorecen el crecimiento de las raíces de los árboles y que evitan que éstas salgan a la superficie.
El alumbrado se resolverá a través de báculos de 6 metros con doble brazo y luminarias a 4,5 metros hacia aceras y 6 metros hacía vial. El tipo de luminaria, vanguardista y funcional es el mismo que el elegido en la primera fase de la obra. También se instalará un alumbrado ornamental en la jardinera central del primer tramo, a base de focos empotrados y led.
También se renovarán el resto de las redes de servicios municipales. Será importante la inversión en la renovación de la de saneamiento, a la que se destinarán casi un millón de euros del presupuesto.
Paisajismo y arbolado
La jardinería planteada sigue el esquema de la primera fase para aceras y zonas estanciales, pero se plantea una propuesta innovadora, diferente y colorida, para la jardinera central del primer tramo. En total, se ganarán 39 unidades de árboles respecto al estado actual de la calle.
En este primer tramo, entre Gran Vía y Rodríguez Arias, se generará una masa arbolada, visible desde la propia Gran Vía. La elección del arbolado propiciará un juego de colores y formas, creando un paisaje cromático cambiante, con la ayuda también de un diseño innovador en la colocación de la planta arbustiva.
En concreto, las especies elegidas para el arbolado de la jardinera central son el arce de Freeman y el tilo plateado. Mientras que para el arbolado de aceras se combinarán dos tipos de arce: el arce de Freeman y el Red Shine.