Ucrania recurrió este pasado miércoles por primera vez a los misiles de largo alcance de Reino Unido, los denominados 'Storm Shadow', para atacar Rusia, en una semana marcada además por el giro de Estados Unidos, que también ha autorizado a sus aliados ucranianos a disparar contra objetivos en suelo ruso con ATACMS y el envío de minas antipersona.
Las Fuerzas Armadas ucranianos lanzaron dos 'Storm Shadow' que fueron interceptados por los sistemas de defensa rusos, según confirmó el Ministerio de Defensa ruso.
Efectividad quirúrgica
El Storm Shadow es un misil de crucero de largo alcance diseñado para ataques precisos contra objetivos estratégicos. Se tata de uno de los sistemas más avanzados en su categoría, capaz de operar a gran distancia y con una efectividad quirúrgica.
El Storm Shadow tiene un alcance de aproximadamente 560 kilómetros, lo que permite a los aviones lanzadera permanecer fuera del rango de las defensas antiaéreas enemigas.
Su carga útil está diseñada específicamente para penetrar en estructuras fuertemente reforzadas, como bunkers o centros de comando, antes de detonar, maximizando el daño en objetivos clave.
El misil combina varios sistemas de navegación para garantizar su precisión, incluso en condiciones adversas.
Utiliza GPS, navegación inercial y un sistema de guía terminal que compara imágenes reales del terreno con mapas pregrabados para ajustar su trayectoria en tiempo real.
Invisible para los radares
Su diseño 'stealth' (sigiloso) dificulta su detección por los radares. Esta tecnología fue probada en conflictos como la intervención militar en Libia en 2011 y las operaciones en Siria.
El misil puede ser lanzado desde diversas plataformas, incluyendo aviones de combate como el Eurofighter Typhoon, el Rafale francés y el Tornado británico.