Odei Jainaga, el vasco profesional de jabalina que triunfa en televisión

Define este deporte como su verdadera pasión. El eibarrés de 26 años Odei Jainaga no lanza con dorsal desde el pasado 4 de agosto de 2021, en la ronda clasificatoria de los Juegos Olímpicos, debido a una lesión en el hombro, pero asegura que su sueño más cercano es poder volver a lanzar una jabalina y verla volar.

Odei Jainaga es un atleta especializado en lanzamiento de jabalina. De hecho, es plusmarquista con una marca de 84,80 metros y pertenece al club de atletismo de la Real Sociedad, desde 2020. Es conocido en este deporte que le viene de herencia; su madre, Cristina Larrea, también fue varias veces campeona en España aunque Odei confiesa que “me suelen preguntar si practico este deporte por mi ama y, sinceramente, yo no conocí nunca esa faceta de mi ama”. Fue, simplemente, la pasión la que le llevó a lanzar su primera jabalina. En 2017 se convirtió en el mejor lanzador de jabalina español con una marca de 77,66 metros. Un año después, logró batir la marca nacional siendo el primer lanzador nacional en superar los 80 metros. En 2020 siguió superando su récord con una marca de 84,10 metros y en 2021 con un lanzamiento de 84, 80 metros. 

Su profesión

“Elegí este deporte porque era lo que mejor se me daba. Es un deporte que, además, me encanta pero desde mi lesión no he podido volver a lanzar. Lo único que quiero y me gustaría lograr, es volver a lanzar sin dolor”, reconoce. Y con ambición asegura que si vuelve a competir lo hará en un buen nivel, por ejemplo, volviendo a los Juegos Olímpicos. “Por suerte, o desgracia, mi útlima competición fueron los Juegos Olímpicos, aunque ya estaba lesionado entonces. En un futuro, me gustaría poder volver a ser competitivo y volver a competir en un buen nivel; he llegado a un nivel alto y, ahora, de poco me sirve competir en niveles bajos”, dice.

En cuanto a lo que este deporte le ofrece, Odei asegura que son emociones fuertes y una personalidad resistente. “Lo que más me gusta es el poder lanzar lejos, cada vez más lejos, y mediante entrenamientos ir progresando. Es algo totalmente gratificante. Con este deporte, además, al final se crea una personalidad de lucha y superación que para mi vida me resulta muy útil”, dice. No obstante, pese a estas positivas palabras, no recomendaría este deporte a nadie como profesión, dadas sus dificultosas salidas laborales.

“En un nivel alto, se podría vivir de la jabalina pero es difícil. Y para cuando termine el deporte, hay que tener una opción B ya que este deporte no es como otros, donde te retiras y tienes el futuro hecho. Normalmente, en el lanzamiento de la jabalina esto no se da así”, valora el deportista.

Aficiones personales

Entre sus aficiones personales, se encuentra practicar deporte y pescar. “Cuando iba a la universidad mi día a día se centraba en los estudios y en el deporte. Ahora que ya terminé la universidad lo único que me gusta y en lo que siempre estoy centrado es en el deporte. Mi vida siempre se ha resumido en esto: me encanta la jabalina y me dedico a ello. En mis ratos libres también disfruto pescando”.

Ahora, su esperanza está puesta en el futuro en recuperarse lo antes posible para poder volver: “Tengo muchas ganas de volver. Aunque el futuro siempre es incierto: no sé cuándo me voy a recuperar, cómo..., con el tema de las lesiones hay que tener cuidado, hay mucha gente que se ha quedado por el camino a cuenta de esto. Espero de corazón que mi historia no tenga ese final y que pueda seguir lanzando mi jabalina y seguir disfrutando de este deporte que tanto me ha apasionado, y seguirá gustándome, siempre”.