ASOBAL | Anaitasuna-Bidasoa, derbi de altos vuelos en Pamplona

A los jugadores siempre les da gusto jugar un derbi. Da igual la clasificación y el momento, pero cuando estos favorecen, más aún. Deseo compartido por las aficiones, obviamente. Es el caso que hoy nos ocupa, esta noche (20.30 horas) en Pamplona con la disputa de la octava jornada de liga, en pleno ecuador de la primera vuelta en esta edición de la Liga ASOBAL.

Anaitasuna y Bidasoa llegan entonados a este duelo de altos vuelos tras un comienzo cuando menos notable. Por un lado, y con un partido más jugado, los navarros figuran en la zona noble de la tabla, cuartos, con cinco triunfos y tres derrotas. Por el otro, los guipuzcoanos se van a someter a este test todavía invictos y después de seis victorias consecutivas, porque sigue quedando como único punto "perdido" el de la jornada inaugural ante el Barcelona, que comanda la tabla con cuatro puntos más ya que ha jugado dos encuentros más.

Así las cosas, el técnico asturiano de los irundarras, Jacobo Cuétara, habla de choque en el Polideportivo Anaitasuna "complicado, como todos los partidos allí, cuesta sacarlos adelante. Están jugando muy bien, han encajado muy bien todas las piezas con mucha frescura y mucha gente joven. Han ganado con solvencia, donde están invictos, y les vimos ganando el torneo de Egia al Limoges. Muy sólido y difícil de batir". El asturiano prevé un "partido muy entretenido, con altibajos y en los minutos finales siempre hay emoción".

Por su parte, Quique Domínguez manifiesta que "sabemos la dificultad que tiene, si algún equipo está en forma, ese es Bidasoa. Tuvo al Barça contra las cuerdas, nadie ha sido capaz de derrotarle. Responde exactamente al estado de forma de esa plantilla, cuesta encontrar un jugador a destacar. Está rindiendo de manera extraordinaria, quitando Logroño el resto lo han jugado muy bien", concluye el entrenador gallego de los pamploneses.

Bestia negra

Desde que el Anaita recogió el testigo que dejó San Antonio del balonmano navarro al máximo nivel, y con Domínguez al frente de su banquillo, el Bidasoa se ha convertido, dejando de lado al todopoderoso gigante blaugrana, en su verdadera bestia negra.

En sus visitas a la capital del reino, los auriazules siempre han salido airosos, al menos con un empate, como el 28-28 de la campaña 2019-2020. Para entonces ya se había impuesto 19-27, de igual manera que a lo largo de las tres últimas temporadas, 26-27, 32-35 y 27-31.