Ya son 5.000 personas las que esperan para examinarse y poder sacarse el carnet de conducir en Gipuzkoa. La lista de espera ha ido en aumento tras las Navidades de 2023 cuando los examinadores que vinieron de refuerzo se marcharan a sus comunidades autónomas. La situación se ha vuelto crítica, nos explicaba Arantza Bravo, integrante de la junta directiva de la Asociación de Autoescuelas de Gipuzkoa, en Gipuzkoako Kale Nagusia de Onda Vasca, "es la peor situación de los últimos seis años".
Bravo nos explicaba que no solo se ha aumentado el tiempo que pasa desde que una autoescuela puede mandar a examen a sus alumnos sino que también se ha reducido el número de alumnos que pueden examinarse cada vez. "Ahora entre cada examen pasan unos quince días de media y se ha reducido a nueve el número de alumnos que se examinan".
Pero toda esa problemática tiene su origen en la falta de personal en la Jefatura Provincial de Tráfico de Gipuzkoa, Bravo no contaba la media de examinadores al día es de cuatro en las circulaciones pero "hoy, 6 de mayo, solo hay dos examinadores porque el resto ha tenido que ayudar en la oficina debido a que no se han repuesto las jubilaciones y una de las personas del departamento de exámenes está de baja y tampoco la han repuesto".
La situación es insostenible, nos confesaba Bravo, por lo que las autoescuelas han decidido organizar esta semana una movilización por Donostia en coche para denunciar la falta de acción de la DGT y pedir medidas urgentes. Las autoescuelas quieren que las familias de las personas afectadas se sientan apoyadas ya que, entre otras cosas, aquellas personas que se han examinado del teórico, que caduca en dos años, pierden el aprobado y tienen que repetirlo si no se examinan del práctico en 48 meses.
"Para nosotros la solución perfecta sería que se transfirieran los exámenes al Gobierno Vasco", afirmaba la integrante de la asociación. Esta movilización la realizan a las puertas de la temporada fuerte que comienza en junio y acaba en octubre.
Es antes de verano cuando comienza la campaña de matriculaciones pero con la lista de espera no se pueden aceptar a nuevos alumnos y muchos de los ya matriculados optan por irse a otra provincia a examinarse; "muchos se cogen dos semanas de vacaciones, se van al pueblo y hacen clases intensivas allí y se examinan".