Dicharachero, Carlos Alcuaz siempre tiene hueco para sacar una sonrisa. Alguna palabrilla, un “viva las vacas” y todo tipo de apelativos cariñosos para su querido Caparroso, su pueblo natal. Pero hace ya tiempo que es un vecino más de Cizur Menor, ahora uno con honores porque será el encargado de prender mañana jueves la mecha de sus fiestas. Una responsabilidad y un orgullo que le han brindado sus compañeros y compañeras de Aspace Navarra.
Y es que la Junta Concejil ha querido así reconocer la labor de la institución a la hora de acompañar a las personas con parálisis cerebral y a sus familiares en todas las etapas de su vida través del centro Ramón y Cajal, que lleva desde 1983 en Cizur. Conviven en él 92 personas que cuentan con servicio de colegio, centro de día y residencial. “De esas 92, 30 se quedan a dormir con nosotros y viven aquí, Carlos es una de ellas. Cuando nos dijeron que podíamos tirar el cohete hicimos una asamblea y salió elegido, es el más fiestero”, explica Mari Jose Aliaga, directora de Aspace residencial.
Lleva con ellos desde 2005 y a sus 62 años sigue eligiendo las fiestas y las vacas cuando les toca hacer alguna salida, “le encantan. Es una persona muy positiva, crea muy buen ambiente allá donde va: le gusta cantar jotas, y si le das un karaoke se hace el dueño de la fiesta”, relata Aliaga, que asume que “allá donde lo llevas es feliz, tiene mucha capacidad de disfrutar. Y es muy familiar”. También confiesa que es impredecible, aunque eso forma parte de su encanto. “Es una persona con la que es muy fácil la convivencia, todo el mundo le quiere mucho. Si no, no le habrían elegido. Es muy entrañable, los cuidadores y profesionales le queremos mucho porque nos reímos un montón con él”, valora.
Acompañará a Carlos en la inauguración de las fiestas en honor a la Natividad de la Virgen María –se celebrarán hasta el 4 de septiembre– el presidente de Aspace en Navarra, David Erice, que agradece al concejo una oportunidad que, además de contribuir a visibilizar la realidad de la parálisis cerebral y la labor que realiza la entidad, sirve como aperitivo para la celebración de los 50 años que cumplieron ya el año pasado en Navarra. Hay que recordar que los ayuntamientos de Aoiz, Bera, Cizur Menor, Elizondo, Lesaka, Pamplona, Noáin y Roncesvalles presentaron entonces, en 2021, la candidatura de Aspace a la Medalla de Oro de Navarra por su trayectoria y compromiso. Fue finalmente para Osasuna pero ellos y ellas tienen todavía pendiente conmemorar ese medio siglo de vida.
Erice explica que la pandemia limitó las celebraciones “pero sabíamos que íbamos a tener tiempo y hoy, con las fiestas de Cizur Menor, es un día para ello”. El presidente agradece al concejo la posibilidad de “hacer visible lo invisible”, de apostar por la inclusión, y recuerda que precisamente ese es uno de los retos a los que se enfrentan. “Ellos y ellas también son y quieren ser parte de la fiesta. Del pueblo. Son vecinos y el objetivo es la integración”, dice. Porque antes, recuerdan desde la entidad, se tendía a construir este tipo de centros a las afueras de la ciudad. “En la Residencia Carmen Aldave de Iturrama llevamos más de una década haciendo vida en el barrio, ese es el objetivo. Queremos trasladar a 14 personas de aquí, pero para eso necesitamos financiación. Es una manera de acercarles a la sociedad”, explican.
También apuestan por el entorno rural, que los usuarios y usuarias no tengan que desplazarse a las ciudades, y tienen bastante cubierta la zona norte pero harían falta más centros en la Ribera, por ejemplo. “Hay una usuaria que viene todos los días desde Estella, lo ideal sería poder instalarnos en diferentes áreas para cubrir toda la Comunidad foral”, asumen. Antes, dicen, “se vivía de otra manera pero hay que evolucionar y estos centros se van quedando obsoletos. El reto es seguir creciendo”.