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Finalmente Astilleros Balenciaga no ha podido evitar entrar en concurso de acreedores. Según publica EITB, el Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Donostia-San Sebastián ha decretado ya su entrada oficial. Un administrador supervisará ahora a la compañía, que busca un inversor para salvarse.
En concreto, el juzgado de lo mercantil ha declarado oficialmente a Astilleros Balenciaga en concurso voluntario. Esto permitirá a sus propietarios seguir gestionando la empresa, pero bajo la supervisión de un administrador concursal, que será la firma PKF Attest.
PKF Attest es la misma firma que llevó la administración de La Naval de Sestao, que no pudo salvarse. Los acreedores de Balenciaga, que tiene una deuda de 37 millones de euros, tienen ahora un mes para presentar sus reclamaciones. Para que el astillero pueda seguir adelante debería aparecer un inversor que pague parte la deuda, y con un plan de viabilidad que admita el juez. Ese socio se está buscando, mientras se pide al Ministerio de Economía, que no vete la reestructuración.
Movilización de la plantilla
Mientras, este miércoles la plantilla volverá a concentrarse frente a la subdelegación del Gobierno español en Donostia-San Sebastián, y el jueves en Zumaia se reunirá la mesa interinstitucional que pretende buscar una solución para el astillero.
Los trabajadores llevan tiempo movilizándose ante la difícil situación del astillero. Fundada en 1921 a las orillas del rio Urola, Astilleros Balenciaga está viendo cómo peligra el negocio. A finales de 2022, debido a una mala organización muchos empleados tuvieron que dejar de cobrar y seguir con la actividad para cumplir con los compromisos adquiridos por contrato, pero estos años de pelea, denuncian, no están dando sus frutos.
"Quienes gestionan esta situación dan por cerrada la empresa", lamenta Imanol Beloki, integrante de LAB y portavoz del comité de Astilleros Balenciaga en ONDA VASCA y acusaba a la empresa semipública COFIDES de esta situación. Le acusa de haber "boicoteado", el plan de viabilidad.
Los trabajadores se movilizaron el pasado viernes, 29 de noviembre para defender sus puestos de trabajo bajo el lema "Balenciaga ez itxi". Insisten en que la empresa es viable y hay opciones de mantenerla.