Sin duda alguna, la isla de Garraitz es un espacio mágico para los lekeitiarras. No solo porque su figura frente al puerto, unido a la dársena por un malecón solo transitable durante las mareas bajas, crea un paisaje de ensueño, también por los restos históricos que ha ido legando durante siglos. Sus apenas 6,5 hectáreas de extensión han sido utilizados para la defensa de la villa, de lazareto o como espacio religioso –antigua ermita de San Nicolás y el convento de los franciscanos–, además de acumular una importante riqueza botánica. Nombrado parque arqueológico por el Gobierno vasco en 2019, las tareas en auzolan vuelven al peñón. Atabaka, colectivo en favor de la defensa del patrimonio de Lekeitio, ha convocado varias jornadas de excavaciones del 24 al 27 próximos “para seguir conociendo más sobre Garraitz”, tal y como ha señalado Guillermo Ruiz de Erentxun.
Las quedadas, que arrancarán en marea baja para poder acceder sin problemas al islote, “están abiertas a todo aquel que quiera participar. No hace falta tener experiencia previa, solo ganas de conocer el entorno y de participar”, aseguró. Será a partir de las 9.00 horas de la mañana. “Es la forma de funcionamiento por la que hemos apostado de siempre, y vamos a mantenerla”, profundizaron. “Nuestra idea es escudriñar el terreno para poder llegar a obtener restos que nos permitan profundizar en el conocimiento de Garraitz. Y lo hacemos mediante la participación comunitaria, la difusión del conocimiento y la motivación científica mediante la experiencia directa y el contacto con los elementos del conjunto del patrimonio histórico”, aseveró.
En el islote lekeitiarra confluyen yacimientos que van desde la Edad Media al periodo moderno, entre los siglos XIV al XIX, y la designación como parque arqueológico ha abierto nuevas puertas para poder realizar más estudios. “Durante las labores de excavación estaremos acompañados por tres miembros de la sociedad de ciencia Aranzadi, que nos aportan esa visión experta que es muy necesaria a la hora de realizar estas tareas”, resumió. De hecho, el colectivo lekeitiarra mantiene abierto un programa de visitas guiadas hasta el próximo 11 de septiembre mediante dos jóvenes de la localidad –Maddalen Irigoien y Unai Urkiaga– que ofrecen el servicio en euskera, castellano e inglés. “Están teniendo una buena acogida para ser la primera vez que hemos organizado algo así”, confirmaron.
Las recientes campañas de excavación de Atabaka y Aranzadi ya han deparado alguna sorpresa que otra. Es el caso de unos monedas descubiertas en el yacimiento durante el verano de 2019. Una de ellas resultó ser una de origen belga del siglo XIV, entre los años 1355 y 1383, según los resultados de los análisis del departamento de numismática de Aranzadi. Tal y como indicaron desde Atabaka, entre las piezas descubiertas en el yacimiento de la isla de Garraitz hay varias de distintas procedencias, como Escocia, Portugal o Castilla, y entre todas ellas destacó la aparición de una datada entre 1355 y 1383 del ducado de Brabante, en la actual Bélgica. Desde la asociación indicaron entonces que este hallazgo les permitirá continuar con las excavaciones de cara a futuro, con el objetivo de localizar “los más que probables enterramientos y zona de lazareto en la isla”. Cabe resaltar que Atabaka comenzó en el año 2015 un proyecto de investigación del patrimonio. Se trata de un proyecto “participativo y popular” que es asesorado y dirigido por Aranzadi y, más concretamente, su arqueólogo Alfredo Moraza. Y en 2019 la isla de Garraitz fue denominada como parque arqueológico por el Gobierno vasco, lo que permitió designarlo como enclave histórico para su mejor preservación.
Garraitz 25
Con motivo del 700 aniversario de la fundación de Lekeitio como villa, una fecha que se festejará en 2025, Ayuntamiento dio recientemente luz verde a un plan de recuperación del patrimonio histórico y ambiental –con un coste de 200.000 euros– denominado Garraitz 25. Dos de los ámbitos a estudiar serán los referentes al papel histórico de Garraitz como zona religiosa y otro espacio que acogió una batería militar. Son espacios ya sondeados por Aranzadi, en los que se han logrado rescatar algunas piezas históricas, pero que aún no han sido excavadas en profundidad.
En todo caso, se buscará consolidar de forma más urgente las ruinas existentes en el islote lekeitiarra, además de una fase posterior –y a acometer a más largo plazo– en la que el propósito será asegurar una correcta interpretación de la zona. En un principio, el plan municipal pasa por iniciar las labores este otoño, tras las fiestas de San Antolín. Antes, prevén licitar las obras. Y después se llevaría a cabo una segunda acometida, fechada para primavera del próximo año 2023.
Excavaciones en Garraitz
Ocupación. Los trabajos arqueológicos ya realizados “han permitido deducir que fue ocupado desde épocas tardías de la Edad Media hasta época moderna. Es decir, desde los siglos XIV y XIX”, según Atabaka, que ha tenido la colaboración de la sociedad de ciencias Aranzadi durante todo el proceso de investigación.
Diversas infraestructuras. En el camino que cruza la isla lekeitiarra se han hallado tres áreas diferenciadas, de diferentes cronologías. Entre ellos se encuentran la antigua ermita de San Nicolás y el convento de los Franciscanos, en la zona sur, mientras que en el centro y el norte se hallaron restos de diversas fortalezas.
Garraitz 25
Patrimonio lekeitiarra que saldrá a la luz en 2025
Además de aspectos botánicos, Lekeitio confía en sacar a relucir los tesoros arqueológicos de la isla de Garraitz de cara al 700 aniversario de su fundación como villa.