Si hay un rival que se ha convertido en una auténtica pesadilla para el Athletic esta temporada, ese es el Real Madrid. Pero San Mamés tiene la llave. La eliminatoria de cuartos de final de Copa se disputará en el coliseo rojiblanco y eso son palabras mayores. Bien lo sabe el Barcelona de Xavi Hernández. La Catedral volverá a rugir el próximo jueves 3 de febrero como en sus mejores noches.
Vestido de gala para la ocasión, San Mamés dictará sentencia y pondrá a prueba al líder de la Primera División. Ningún efecto tendrá una vez eche a rodar el balón los tres triunfos en otros tantos partidos logrados por los de Carlo Ancelotti a costa de los leones desde el inicio del presente ejercicio. Pero de las derrotas se aprende. Y eso intentará hacer el Athletic, que cedió en su visita liguera al Santiago Bernabéu el pasado 1 de diciembre por la mínima, con gol de Karim Benzema, en el primer y único tropiezo sufrido fuera de casa en liga.
Tres semanas después, los madrileños repitieron éxito al imponerse 1-2 en la capital vizcaina, también en liga, con otros dos goles de Benzema que dejaron sin efecto el fabuloso zarpazo de Oihan Sancet.
El último antecedente corresponde a la final de la Supercopa de Arabia Saudí, donde un sólido Real Madrid se llevó el título al vencer 2-0 con tantos de Modric y, cómo no, el propio Benzema. Los rojiblancos, eso sí, dispusieron de una pena máxima a favor en el minuto 89 que no acertó a materializar Raúl García y que pudo haber cambiado el guion de una final que los blancos terminaron con un hombre menos por expulsión del brasileño Éder Militao. En Copa, a la cuarta, debe llegar la vencida.