El Servicio vasco de Mediación Familiar aumentó su actividad en 2022 al atender a 14.411 personas, un 8 % más que el año precedente, y la mayoría de casos fueron por rupturas de pareja, aunque también crecieron los asuntos derivados de desacuerdos entre hermanos y conflictos intergeneracionales.
El departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco ha informado de la actividad de este servicio gratuito en 2022, que está disponible para cualquier familia residente en Euskadi que quiera resolver un conflicto familiar fuera del ámbito judicial.
Las 14.411 personas atendidas forman parte de 2.219 familias. De ellas, 745 participaron en premediaciones, 978 en mediaciones y 496 fueron seguimientos de casos ya iniciados.
Tras un primer contacto, en caso de que se muestre un interés comienza una fase de premediación hasta que se firma un documento de compromiso.
En el proceso de mediación propiamente dicho las familias o parejas en conflicto se reúnen con un mediador en diferentes sesiones en las que trabajan sus puntos de vista y los contrastan para tratar de resolver el problema y acordar qué va a aportar cada parte para resolver el problema.
Ocho de cada diez llegan a un acuerdo
En 2022, de las 978 familias que estaban en esta fase un 82,1 % consiguió llegar a acuerdos, un 16,6 % decidió poner fin a la mediación y en el 1,3 % de los casos, la mediación resultó inviable.
El servicio incluye además una fase de seguimiento del acuerdo firmado por las partes, que suele llevarse a cabo pasado un año para que si deciden que el pacto ha quedado obsoleto o no se corresponde con sus necesidades puedan modificarlo o incluso iniciar un nuevo proceso de mediación.
Por territorios, en Bizkaia, que suma más del 56 % de los expedientes, los casos han crecido un 10 %. En Gipuzkoa se han dado el 24 % de los casos con un incremento del 7 % y en Araba, donde se registran el 20 % de los expedientes, el ascenso ha sido del 5,5 %.
Según la directora de Familias e Infancia, Irune Muguruza, los datos reflejan un incremento continuo en la demanda del Servicio de Mediación Familiar, por lo que en 2022 se ha reforzado el equipo y se ha elevado el presupuesto, que asciende a 840.000 euros anuales.
En 2022 además se llevó a cabo una colaboración internacional con el Centro Judicial de Mediación de la provincia de Entre Ríos (Argentina) para mediar en un caso familiar en el que una de las partes reside en esa localidad argentina y la otra en San Sebastián.
Además de las sedes que el Servicio de Mediación Familiar tiene en las tres capitales, desde 2021 también atiende también un día por semana en Tolosa.