Todavía con el susto en el cuerpo. Así se encuentra una familia vizcaína que vivió en el centro de Marrakech el terremoto que ha afectado este fin de semana el sur de Marruecos, y cuyas consecuencias alcanzan ya los más de 2.100 fallecidos y los 2.400 heridos.
“ Vimos a gente corriendo de un lado a otro, corriendo, asustada ”
Nerea y Víctor se encontraban a punto de acostarse, ya en pijama, en el riad en el que estaban alojados cuando comenzaron a sentir el temblor. Tras ver cómo la puerta de su habitación se movía y parte de la lámpara caía del techo, solamente con sus pasaportes encima abandonaron el alojamiento para dirigirse a un lugar abierto. Ahí contemplaron las peores escenas. "Los trabajadores del riad nos preguntaron a ver si estábamos bien y nos dijeron que saliéramos a la calle. Y ahí fue todo más duro, porque vimos a gente corriendo de un lado a otro, llorando, asustada", relata Nerea. Víctor, por su parte, ha explicado cómo fueron dándose cuenta de la magnitud de lo ocurrido. "Cuando salimos a la calle vimos todas las calles llenas de polvo, cascotes en el suelo, gente gritando... Fue muy duro. Cuando llegamos a la plaza vimos realmente lo que estaba pasando. Vimos que una torre se había caído de una mezquita y toda la gente concentrada en la misma plaza", ha contado en Onda Vasca.
“ Esa noche no vimos básicamente a nadie, y los trabajadores del riad tampoco decían que hubiera noticias al respecto ”
Sobre la gestión del monarca y el gobierno marroquí, que está siendo criticada por la demora en la toma de decisiones tanto fuera como dentro del país a pesar de las restricciones a la libertad de expresión en Marruecos, este matrimonio vizcaíno ha contestado, a preguntas de Txema Gutiérrez, que durante la primera noche no sintieron la presencia de la policía ni servicios de emergencia: "Esa noche no vimos básicamente a nadie, y los trabajadores del riad tampoco decían que hubiera noticias al respecto, ni un pequeño comunicado a la población para ver qué había que hacer o qué podíamos hacer".