Austria ha terminado las tres semanas de confinamiento para la población vacunada, una de la serie de medidas decretadas para frenar la propagación de casos en el país.
Las personas no vacunadas seguirán estando sujetas a las restricciones de encierro y deben permanecer en casa exceptuando casos puntuales, como comprar alimentos, ir al médico o hacer ejercicio.
La población que haya recibido la vacuna ya puede a partir de este lunes reanudar sus visitas a espacios públicos. Precisamente hoy, cuando se espera la mayor manifestación hasta la fecha en la ciudad de Salzburgo contra las medidas del coronavirus y la vacunación obligatoria en la ciudad.
Allí, según la Policía, alrededor de 4.500 participantes ya han comenzado a marchar por la ciudad en una iniciativa abanderada por el Partido de la Libertad.
Desde el inicio del encierro, el número de casos nuevos se ha desplomado en el pequeño país alpino. El viernes, Austria informó 367,5 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes, frente a las 1.102,4 del primer día del cierre en noviembre.
El Gobierno de Austria prepara un proyecto de ley que contempla multas de hasta 3.600 euros a las personas que no se vacunen contra el coronavirus, en un intento por incrementar las cifras de vacunación en medio de un repunte de los casos, según desveló el jueves la ministra para la Constitución y la UE, Karoline Edtstadler.
Está previsto que el proyecto entre en vigor el próximo 10 de febrero, con vigencia hasta 2024, y afectará a todas las personas mayores de 14 años. Las multas oscilarán entre los 600 y los 3.600 euros, aunque las personas multadas podrán evitar el pago si se vacunan