Ayuntamiento de Yerri y la Universidad Pública de Navarra siguen adelante con su proyecto de recuperación social del espigamiento con el nombre de Buruxka con el que llevan colaborando durante año y medio . Una iniciativa en la que señalaron han obtenido “buenos resultados”.
Por un lado, se ha logrado redistribuir 8.030 kilos de alimentos que, de otro modo, “se hubieran perdido en el campo”. En este sentido se ha calculado que con el proyecto se evitaron 5,8 toneladas de emisiones de CO₂ y también y un ahorro de 5,2 millones de litros de agua.
El éxito de este programa se debe en buena medida al desarrollo paralelo de una red de entidades formada por 15 productores y 7 entidades sociales, y las 159 personas voluntarias que han tomado parte en alguno de los 23 espigamientos llevados a cabo durante este año. Junto a ellos, han apoyado esta iniciativa distintas entidades como CPAEN, EHNE, UCAN y UAGN, así como con el Banco de Alimentos de Navarra, tanto en la elaboración del diagnóstico como en la difusión del proyecto.