Cambiará de agencia tributaria, de clima y de país, pero no de palacio ni de vida acomodada. Porque la cantante nacida hace 46 años en Barranquilla (Colombia) pasará el próximo 1 de abril de vivir en su lujoso palacete de Pedralbes (valorado en unos doce millones de euros) a una no menos confortable mansión en Miami. Tasada, por cierto, en diez millones de euros, con 750 metros cuadrados de construcción, piscinón casi olímpico, exteriores de infarto y lo más caprichoso de todo: siete cuartos de baño. Ya saben la teoría de quien les escribe este texto: un hogar con más de tres cuartos de baño pertenece a gente que llega muy desahogada a fin de mes. Y este es un claro ejemplo de ello. Porque en el lujoso chalet de la cantante del Waka-waka vivirán desde la próxima Semana Santa solo cinco personas. La propia artista, sus hijos Milán y Sasha y los padres de ella. Motivo por el que también se encuentra la casa en obras: para facilitar los traslados del patriarca.
Shakira, tras once años de idilio total en la Ciudad Condal, se marcha a los Estados Unidos porque “nada se le ha perdido en España. Ni personal, ni profesionalmente”. Así lo ha afirmado estas semanas locas a varias revistas del corazón. Las mismas que se han hecho eco del nivelazo de vecinos que tendrá dentro de poco más de un mes. Y es que, la residencia se enmarca en una de las urbanizaciones más lujosas de todo Florida: North Bay Road Drive. En esta casa vivió con su anterior pareja antes de conocer a Gerard Piqué en el Mundial de Sudáfrica de 2010, el abogado argentino Antonio de la Rúa (hijo menor del ex presidente de Argentina Fernando de la Rúa).
Y como bien ha demostrado en los últimos cuatro temas anti-Piqué que ha compuesto para deleite del público y de las plataformas digitales, la cantante pop en castellano más importante de la historia vuelve a cumplir su palabra sonora: ¡Yo no quiero cobardes que me hagan sufrir! Por ello seguirá facturando. Calculan las páginas web que 21 millones de euros ya lleva ingresados como venganza.