Isabel Díaz Ayuso, desbocada por el fragor de las encuestas que le acercan a la mayoría absoluta, es capaz de soltar tal andanada que la polémica acerca de los bonos sociales queda relegada a un plano terciario. Ayer, poco antes de arrancar el Pleno de la Asamblea de Madrid que se atisbaba convulso, no tuvo otra ocurrencia que desfogarse con el siguiente mensaje a los móviles de los 65 diputados del PP en la comunidad: “Hoy la izquierda está acabada (...) Matadlos”. El fin de la huelga de médicos, la mejora de las indemnizaciones a los afectados por la línea 7B de Metro o el cierre de la investigación a su hermano envalentonó su dialéctica hasta semejante límite. Según desveló el diario El País, es la comunicación que trasladó la lideresa al portavoz Pedro Muñoz Abrines, y que éste reenvió al chat que comparten todos sus compañeros. En él se podía leer: “Lo de mi hermano queda en nada”, decía Ayuso sobre el archivo de la investigación de la Fiscalía Europea sobre la comisión que cobró Tomás Díaz Ayuso por proporcionar mascarillas a una empresa que había firmado un contrato con la comunidad. “Lo de Móstoles es una vergüenza”, aludía por la reapertura del caso ITV, que afecta a la alcaldesa socialista de la ciudad, Noelia Posse, y a siete ediles.
Los diputados asintieron respondiéndole con emoticonos que reflejaban que compartían dicho sentir e incluso uno de los líderes del grupo parlamentario puntualizó la escena con otro texto: “Ya sabéis, como hemos dicho en la reunión de grupo, a tope con estos mensajes”. Lejos de matizar el exabrupto, aunque se trate de un lenguaje coloquial interno, lo avalaron. Un ejemplo más del control absoluto que ejerce Díaz Ayuso sobre el PP regional desde que alcanzó la presidencia del partido, en mayo de 2022, y reunió en sus manos el poder orgánico e institucional. Y todo esto en medio del revuelo tras desvelarse que también el secretario general del PP en la Comunidad de Madrid, Alfonso Serrano, cobra el bono social para “vulnerables severos” con un salario de 83.000 euros, algo que él achaca a un “error administrativo”. Una ayuda que llegó asimismo al bolsillo del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, que ha declarado 1,5 millones de euros de patrimonio, pero, en su caso, el importe que recibió fue superior. Serrano cobró 313,30 euros para calefacción y agua caliente. Lo llamativo en su caso es que esa cantidad era la asignada a las familias numerosas que no superan los 16.800 euros de ingresos al año. Igualmente, este rescate económico lo ha cobrado el marido de la líder de Más Madrid, Mónica García, quien volvió a reiterar que no lo necesita y que emprenderá todas las acciones posibles para devolverlo.
Moncloa reacciona
Así, el Gobierno de Pedro Sánchez está estudiando una mejora en el bono social térmico para evitar que se beneficien “personas que no lo precisan y tienen ausencia de ética”. La ministra portavoz Isabel Rodríguez afeó que familias con “rentas extraordinarias” y con una determinada “concepción ideológica de lo que significan las ayudas públicas y el Estado del bienestar, al mismo tiempo que están rechazando esos modelos, estén beneficiándose de lo que estarían aprovechando de manera más necesaria otras familias”. Ayuso aprovechó para aludir a otro asunto, recriminando a Unidas Podemos que “16 euros al mes de bono social” no van a “tapar” las rebajas de penas a agresores sexuales a raíz de la ley del sólo sí es sí. La líder de Vox, Rocío Monasterio, puso la nota de humor: “Tengo cuatro hijos y no he tenido la suerte de que me ingresen el bono social térmico. Las familias numerosas recibimos muy poco. Quizás no me ha llegado por ser facha”.