Aznar acude en auxilio de Feijóo contra el impuesto a las grandes fortunas

Frente al odio africano que procesó hacia su sucesor Mariano Rajoy, y a la simpatía exigua con la que recibió a Pablo Casado –al que pronto dejó caer en desgracia–, el expresidente español José María Aznar exhibió ayer una sintonía granítica con el actual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Pocas cosas unen más que un enemigo común, y ambos sumaron fuerzas para desacreditar el nuevo impuesto a las grandes fortunas presentado por Pedro Sánchez para desactivar a su vez la supresión del impuesto de patrimonio en comunidades como Andalucía y Madrid. El propio líder del PSOE defendió ayer reformas fiscales para un reparto equitativo de las cargas. Las guerras fiscales, o tax wars, siguen su curso.

Feijóo y Aznar coincidieron en la clausura del Campus FAES bajo el título Europa después de la invasión rusa de Ucrania, con una conversación moderada por el periodista John Müller que finalmente derivó hacia temas como la energía y el debate fiscal. El barón gallego acusó a Sánchez de “distraer con frivolidades fiscales” y subrayó que el objetivo no debe ser “acabar con la riqueza sino con la pobreza” en el Estado español. Más duro se mostró Aznar, que aseguró que ese nuevo gravamen es propio de la “izquierda desnortada y carnívora”.

En este contexto, a la Comunidad de Madrid y la Junta de Andalucía se sumó ayer la Xunta de Galicia, todas ellas comunidades gobernadas por el PP, pero no con una medida tan drástica como la eliminación del impuesto de patrimonio. Así, el presidente gallego, Alfonso Rueda, anunció una bonificación del 50% en dicho gravamen, al sumar un 25% al 25% que ya se aplicaba. Durante una conferencia, avanzó que, en los presupuestos que presentará el martes en el Parlamento autonómico, se incluirán “más de 13.000 millones de euros” con partidas específicas que “van a proteger a las personas”. Adelantó que el impuesto sobre el patrimonio, que deben abonar, según la Agencia Tributaria de Galicia, aquellas personas con bienes o derechos valorados en más de 2 millones de euros, tendrá una bonificación que alcanzará el 50%. “Es mucho mejor bajar impuestos que subirlos”, defendió, empleando una frase que podría figurar en el escudo heráldico del PP.

Mayor bienestar

Mientras, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abogó por reformas fiscales destinadas a que haya una “redistribución del esfuerzo” entre aquellos que más tienen para un “reparto equitativo” de las cargas. Durante el décimo aniversario de eldiario.es celebrado en Valencia, defendió que, en estos momentos de crisis, la respuesta debe ser muy diferente a la de hace una década. Dijo que donde antes hubo rescate bancario, esta vez los gobiernos de Europa plantean un gravamen extraordinario a las grandes corporaciones, los bancos y las energéticas, dentro de una redistribución del esfuerzo.

Prosiguió señalando que, frente a pretéritas subidas indiscriminadas del IVA, ahora hay un “reparto equitativo de cargas” para que la clase media y trabajadora no vuelva a ser la sacrificada. “Donde hubo amnistías y regalos fiscales para los más pudientes, habrá reformas fiscales que garanticen que quien más tiene más contribuya a la hacienda pública para tener un estado del bienestar mucho más fuerte”, zanjó.