Pedro Azpiazu ha convocado a EH Bildu y a Elkarrekin Podemos-IU a una segunda cumbre de negociación presupuestaria de cara a esta próxima semana, y no lo ha hecho con el PP+C's en tanto que la formación de Carlos Iturgaiz no ha trasladado aún ninguna propuesta por escrito para poder ser analizada. En concreto, el consejero de Economía y Hacienda se citará en el edificio de La Bolsa de Bilbao el miércoles 17 con la coalición soberanista (12.00 horas) y el viernes 19 con la marca morada (11.30 horas), después de que el pasado martes se produjeran las primeras reuniones "de contraste" con la oposición de cara a explorar la posibilidad de ampliar el respaldo a las Cuentas del Ejecutivo de Iñigo Urkullu, que en todo caso serán avaladas por la mayoría absoluta de los socios de Gobierno.
El lehendakari ha pedido a Elkarrekin Podemos "realismo" en sus planteamientos después de que el representante de esta formación, Jon Hernández, haya señalado que el proyecto de Presupuestos presentado no supone el "punto de inflexión" necesario para abordar los retos actuales tras la pandemia porque no hay en él un "cambio de paradigma". En la primera ronda de contactos los morados plantearon propuestas por valor de 500 millones constatando "voluntad de acuerdo" por ambas partes pero "poca disposición" del Ejecutivo a negociar "medidas sociales". El jeltzale no ha compartido esa visión y asegura que los planes de su gabinete contribuirán al relanzamiento económico de Euskadi, a la generación de oportunidades de empleo y al fortalecimiento del sistema vasco de protección social. A su parecer, ayudará a avanzar en las tres transformaciones globales: la energética, tecnológica y la sociosanitaria. Urkullu ha puntualizado que se hallan estudiando los puntos relevantes que Podemos puso sobre la mesa: la creación de una empresa pública de energía, la apuesta por la red pública de educación y mayor inversión pública, y que lo están haciendo desde respeto al principio de "realismo" y "competencia". Además, le ha recordado a la fuerza que abandera Miren Gorrotxategi que se está negociando una Ley vasca de Educación y que en la CAV existen sociedades energéticas públicas, en referencia al EVE y a Shesa. Asimismo, ha reprochado a Hernández que aludan a la rescisión de contratos en Osakidetza tras la pandemia. "El verdadero punto de inflexión sería que apoyaran un proyecto ambicioso, social y transformador", ha emplazado el lehendakari, que se ha topado con la réplica del dirigente morado. "Un punto de inflexión necesita autocrítica, pero sobre todo cambio".
Por su parte, EH Bildu presentó en la primera cita una propuesta valorada en 118 millones, que recogía tanto medidas económicas como compromisos políticos, entre ellos, abordar una reforma fiscal para fijar un sistema tributario "justo" o promover un acuerdo para establecer un Salario Mínimo "propio" equivalente al 60% del salario medio de Euskadi. La parlamentaria de la coalición abertzale Nerea Kortajarena ha reclamado al Gobierno vasco que deje de escudarse en "subterfugios y excusas", y que responda de forma "clara y honesta" porque el planteamiento de Bildu contiene medidas "realistas y viables", donde incluyen también la necesidad de reforzar la atención primaria en Osakidetza y establecer límites a los precios del alquiler de viviendas. A su vez, se ha mostrado "sorprendida" por que se les reproche sus "planteamientos políticos" en la negociación presupuestaria. "Una negociación de presupuestos es una negociación política", ha zanjado.
Lakua sí tiene claro que la fiscalidad "no entra en el debate presupuestario", y que, si se persiste como "condición sine qua non", habrá "muchas dificultades" para cerrar un pacto. Esto también le puede alejar del PP tras la batalla suscitada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Los populares vascos solicitan un compromiso de rebaja de impuestos. Sin líneas rojas, Azpiazu ha recogido el guante y tanteará más en profundidad la disponibilidad de ensanchar la mayoría del Gobierno.