El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha afirmado que Euskadi afronta la actual incertidumbre con "evidente prudencia y cautela", y tratando de amortiguar los efectos de la inflación en la ciudadanía, pero "desde una situación económica sólida".
En una rueda de prensa en Bilbao para presentar el Informe Anual de la Economía Vasca 2021, Pedro Azpiazu ha subrayado que la incertidumbre "sigue siendo notable", más aún, a raíz del "miedo" a un corte del gas ruso a Europa y ha indicado que ese "hipotético suceso", en caso de producirse, no se sabe la dimensión del mismo. Por ello, cree que hay que estar preparados y el Gobierno vasco "ya está tomando las medidas necesarias para estar en las mejores condiciones si eso sucediera".
El consejero vasco ha recordado que Euskadi dispone de una infraestructura importante, como Bahía de Bizkaia Gas, que permite importar gas de cualquier parte del mundo, lo que les "dota de una notable flexibilidad y fortaleza ante contingencias internacionales de falta de suministro".
Por lo tanto, la dependencia del gas de Rusia es "mínima", y Euskadi está en disposición de poder captar gas natural de cualquier país del mundo a través de barcos metaneros.
El punto "más preocupante" es la inflación
Azpiazu ha apuntado que el "punto más preocupante" es la inflación y ha recordado que en 2021 la "pujante" salida de la crisis pandémica vino acompañada de subidas de precios de las materias primas en los mercados internacionales que eran el resultado de la "incapacidad de la oferta de hacer frente a la creciente demanda".
Según ha subrayado, esta subida de precios se ha acelerado "notablemente" a raíz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y el último dato disponible (junio) sitúa la tasa de variación anual del IPC de Euskadi en el 9,6%, la del Estado en el 10,2% y la de la zona del euro en el 8,6%.
"Son cifras muy elevadas, que no está claro que hayan tocado techo y que nos retrotraen a situaciones vividas en crisis anteriores y que pensábamos que habíamos dejado atrás", ha añadido.
Paquete de medidas
Por ello, ha recordado que las instituciones vascas han presentado una batería de medidas que ayuden a la ciudadanía vasca "a poder sobrellevar los efectos de esta elevada inflación durante los próximos meses".
No obstante, ha subrayado que se observa en los últimos meses que a medida que se atempera la demanda e incrementa la capacidad de la oferta, los precios de las principales materias primas se están reduciendo "de manera considerable, y es más que probable que esta tendencia se vaya progresivamente trasladando al resto de productos y al conjunto de la economía".
"Más aún, cuando no se han producido efectos de segunda ronda (crecimiento de precios-crecimiento de rentas y salarios) señalables", ha agregado.
"Más que probable" que se mantenga la tendencia
Por lo tanto, cree que, si se mantiene la actual tendencia, es "más que probable" que, como señalan los informes de los principales organismos internacionales, la inflación vuelva en 2023 a tasas medias anuales de alrededor del 3% y prácticamente en línea con el objetivo de estabilidad establecido por el Banco Central Europeo en el 2% a finales de año.
Azpiazu se ha referido a la subida de los tipos de interés adoptada para atajar la inflación y considera que es de esperar que esta subida de tipos, junto con las actuaciones para evitar la fragmentación del mercado de deuda, "sea efectiva para modular la inflación sin afectar significativamente al crecimiento de la economía".
Mejora del mercado de trabajo
El consejero ha asegurado que, a pesar de la "incertidumbre y de la alta inflación", el mercado de trabajo sigue "mejorando de forma continuada", ya que, por un lado, la afiliación a la Seguridad Social aumentó un 2,5% en el primer trimestre y un 2,4% en el segundo. Por otro, la PRA estima que la ocupación aumentó un 2,5% en el segundo trimestre, tras el 3,1% del primero. "Por tanto, la capacidad de la economía vasca para generar puestos de trabajo sigue siendo muy elevada", ha apuntado el consejero.
Las tasas mencionadas han situado a la ocupación en el entorno de las 963.100 personas, que son unas 23.400 más que las que había el año pasado y que es también la cifra más elevada desde el año 2008. Además, ha asegurado que el número de personas en paro sigue "reduciéndose a buen ritmo".
En concreto, la tasa de variación del segundo trimestre fue igual a la registrada en el primero (-16,9%) y se traduce en un descenso interanual del paro de 18.200 personas. Ello ha llevado a la tasa de paro al 8,5% (la tasa más baja desde 2009), a menos de dos puntos de la tasa media de la eurozona (6,6% en mayo).
Evolución del ciclo económico
A su juicio, la inflación, la incertidumbre y el mercado de trabajo son "claves para entender la evolución del ciclo económico" y ha indicado que la previsión actual de crecimiento real del PIB para 2022 es del 4,5% que coincide con la que hicieron en el primer trimestre, pero, sin embargo, su composición en términos de demanda "ha cambiado notablemente".
Por un lado, se prevé un menor impulso de la demanda interna, ya que, a pesar del buen comportamiento del mercado de trabajo, es esperable una evolución más contenida del consumo privado. Según ha explicado, la inflación retrae el consumo de las familias tanto por su efecto vía precio, como por el efecto renta o recorte del poder adquisitivo de las familias.
Impacto en las empresas y en la inversión
Además, ha asegurado que, de igual manera, la incertidumbre retrae el consumo y aumenta el ahorro por motivo de precaución, algo que se ha visto durante la pandemia. También ha destacado que la incertidumbre también afecta a las empresas y a sus decisiones de inversión, pero "da la impresión de que éstas se están adaptando al nuevo contexto".
En este sentido, cree que la fuerte demanda del exterior y la llegada cada vez más regular de las materias primas hacen pensar que la Formación Bruta de Capital "acelerará su ritmo de crecimiento en los últimos trimestres de este año".
Por su parte, el crecimiento esperado por la Comisión para la zona del euro se estabiliza en el 2,6% para 2022 y baja al 1,4% para 2023. "Puede parecer poco, pero hay que recordar que algunos cálculos sitúan el PIB potencial de Europa en el entorno del 1,5%, así que los que vemos la botella medio llena pensamos que, a pesar de toda la incertidumbre que nos rodea, Europa puede crecer el año que viene cerca de su potencial", ha manifestado.
Crecimiento económico
En lo referente a la economía vasca, ha precisado que la "cascada de datos" que se pudieron conocer la semana pasada han sido, prácticamente "sin excepción, muy positivos".
En concreto, ha recordado el avance del PIB del segundo trimestre es del 4,3% interanual, las exportaciones de mayo crecieron un 50,5% respecto al año anterior, "mitad por la subida de precios y mitad por mayor cantidad vendida". "Cifras de récord, un mes más", ha dicho.
Por su parte, la cifra de negocios, tanto en la industria como en los servicios, registró incrementos "extraordinarios" en mayo y las pernoctaciones en hoteles casi se duplicaron en junio (97,9%) y marcaron el "máximo histórico" de ese mes, por encima de los años previos a la pandemia. Junto a ello, el mercado de trabajo "sigue dando buenas noticias, con la tasa de paro en el 8,5% y el empleo creciendo al 2,5% interanual".