El consejero vasco de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ofreció ayer miércoles a Pedro Sánchez la colaboración de su Gobierno para "agilizar la llegada de los fondos" europeos a las empresas e insistió en la necesidad de poner en marcha Proyectos Estratégicos de Recuperación y Transformación Económica (PERTE) regionales. Además, reclamó que Euskadi, como el resto de comunidades, participe en el diseño de la adenda -un apéndice complementario al plan de recuperación- que el Estado debe presentar a la Comisión Europea para optar a 70.000 millones de euros en préstamos.
Azpiazu participó ayer miércoles en la inauguración de las jornadas Foro Fondos Next Generation organizada por el Grupo Noticias en el hotel Domine de la capital vizcaina. La cita tenía carácter divulgativo. El objetivo era explicar a las empresarios presentes cómo acceder a las ayudas europeas y dar una visión general de los proyectos en los que pueden participar.
Azpiazu fue el encargado de trasladar el mensaje de las administraciones, que "deben ir de la mano" de las empresas en el desarrollo del "ambicioso" programa lanzado desde Bruselas pero gestionado por cada Estado miembro. Una circunstancia que ha generado varias velocidades en la distribución del dinero, pero también en el diseño de las actuaciones.
Con el objetivo de "garantizar" que el plan Next Generation "sea un éxito", el Ejecutivo vasco lleva dos años "trabajando" para ser un agente activo en el desarrollo del programa. No ha conseguido convencer al Gobierno central y ayer los empresarios presentes en las jornadas le dieron la razón. Primero compartiendo diagnóstico: los recursos no fluyen al ritmo de las necesidades de las compañías. Y segundo reclamando al Gobierno de Pedro Sánchez que "descentralice" cuestiones como los procesos de selección de los proyectos y, por supuesto, la distribución del dinero.
Manual para caza y captura de esperanzas. Fotos: Pablo Viñas
Todo ello además con otro condicionante, la ejecución final del programa europeo debe garantizar que las pymes se suban al tren de la recuperación. Las grandes empresas tractoras tienen músculo suficiente para acceder a los programas pero las pequeñas y medianas necesitan apoyo y facilidades. De momento, el escenario es demasiado complejo para ellas.
"Laberintos burocráticos"
En este sentido, el consejero de Economía considera clave evitar que "laberintos burocráticos desaceleren el ritmo de ejecución" de los PERTE. El "retraso" en su puesta en marcha "está demorando su impacto en la economía" en un momento clave, indicó Azpiazu.
Los próximos seis meses son decisivos. Los PERTE que ha planteado Madrid tienen que madurar definitivamente para distribuir los recursos y poder optar al dinero que se distribuirá el próximo año. Además, a medio plazo el Estado debe presentar el apéndice para solicitar los créditos que conforman el segundo bloque del plan de recuperación. Esos fondos son la base para dar continuidad a los proyectos de mayor impacto más allá de 2023 y todo son incógnitas.
"Afrontamos 24 meses clave y, de momento, no tenemos ni una línea de información. Hermetismo total. Y es una cuestión de gran relevancia, ya que esa adenda implica incluir hitos y objetivos adicionales, y puede suponer una oportunidad para que las comunidades autónomas tengamos voz en la fase de diseño, y no solo en la de ejecución", subrayó el consejero.
A su juicio, se abre "una oportunidad para implicar a los gobiernos regionales en el diseño de dicha modificación y poder incluir "nuestras intervenciones en forma de reformas y de inversiones, siempre en el ámbito de nuestras competencias". Azpiazu recordó en este sentido que estos préstamos en ningún caso pueden suponer una merma del autogobierno en cuanto a la capacidad de endeudamiento
En este contexto, Azpiazu puso en valor las propuestas hechas desde el Gobierno vasco: "Propuestas constructivas porque nuestro objetivo es que Euskadi, nuestro tejido productivo, nuestro tercer sector, los municipios vascos, nuestra ciudadanía, absorban la mayor cantidad posible de recursos europeos. Nuestro reto compartido es que el resultado del uso del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia sea un éxito".
Así recordó que la estrategia RIS3 para la especialización inteligente de la CAV está alineada con las exigencias en ese ámbito de la Comisión Europea. Al igual que el programa Euskadi Next Generation y la demanda de activar PERTE regionales tiene como objetivo precisamente aprovechar las fortalezas de la economía vasca en la transición energética, la digitalización de la industria y la apuesta por el sector sociosanitario.
Durante su exposición, Azpiazu recordó que la mayoría de los PERTE no se han materializado y que de los 5.200 millones de euros recibidos solo se han distribuido 1.200 millones, lo que supone que el 77% de los recursos continúan río arriba.