El consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, ha dicho que sólo sería posible implantar la jornada laboral de 4 días semanales "si la productividad lo permite" y, actualmente, no tiene claro que eso sea así.
Azpiazu, en una entrevista en Radio Euskadi, se ha referido al anuncio hecho por la vicelehendakari y consejera de Empleo y Trabajo, Idoia Mendia, de trasladar a la Mesa de Diálogo Social esta propuesta para su análisis el próximo año.
El consejero de Economía y Hacienda ha reconocido que la propuesta la hizo Mendia en el ámbito de sus competencias, pero ha considerado que algo de este envergadura se debe afrontar "con mucha reflexión y mucho consenso".
Tras reconocer que a todo el mundo le gustaría trabajar menos y cobrar más, Azpiazu ha añadido que reducir la jornada semanal a cuatro días es un tema "muy difícil" y que sería muy complicado "generalizar" dada la "heterogeneidad" de las empresas.
Ha insistido en que solo se podría hacer "si la productividad lo permite", porque si no fuera así se generaría un problema "grave" para las empresas, la economía y el país en general.
Preguntado sobre si el anuncio hecho a escasos meses podría tener un sesgo electoralista, Azpiazu ha respondido que "puede sonar" a eso, pero ha matizado que tampoco sabe si esa era la intención de la vicelehendakari.
Previsiones económicas a la baja
Ha hablado de las previsiones económicas para este ejercicio y ha recordado que en los próximos días harán una revisión "ligeramente a la baja" del cuadro marcroeconómico previsto y que hasta ahora prevé un crecimiento del PIB del 2,1 %.
Se ha mostrado convencido de que pese a esto y a la "incertidumbre" generada por la guerra y la inflación, la economía crecerá suficientemente para crear empleo, y de que este año y los dos siguientes se podrá lograr un crecimiento "bastante más sólido".
Fiscalidad favorable para las empresas
Azpiazu ha hecho mención a la decisión de Ferrovial de trasladarse a Países Bajos y, tras reconocer que las empresas son "libres" para tomar estas decisiones, ha reclamado a las compañías "compromiso con el país" para mantener el arraigo con los trabajadores y los proveedores.
Ha explicado que aunque no se puede descartar que en Euskadi también pudiera darse un caso así, lo ve improbable porque le "cuesta creer que las condiciones fuera de Euskadi sean mejores, no solo en fiscalidad, sino por los proveedores, la innovación y la cercanía del propio Gobierno".
El consejero ha reconocido que la fiscalidad para las empresas en Euskadi es "relativamente más favorable que en otros lugares, por supuesto que en el Estado", y ha recordado que con ella se busca mantener una posición "incentivadora de la actividad económica".
Ha señalado que el Impuesto de Sociedades es más bajo en Euskadi y que las deducciones por I+D son mayores, pero ha insistido en que estas decisiones que llevan a una menor recaudación por estos tributos "permiten mantener la actividad económica".
Subidas de los tipos de interés
Azpiazu ha hablado también del anuncio del Banco Central Europeo de que se seguirán subiendo los tipos de interés hasta que se controle la inflación y ha advertido del riesgo de que eso provoque una "ralentización de la economía" y un aumento del paro.
Ha reclamado al BCE "sensibilidad" y que desarrolle una política monetaria de control de los precios que no sea simplemente una subida de los tipos.
Por último, se ha mostrado favorable a que los bancos hagan algo para desahogar a las personas hipotecadas porque, además, esta subida de tipos trasladada al Euribor, por ejemplo, podría provocar un incremento de la morosidad, algo que no le conviene a las entidades financieras.