El consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, ha subrayado que la economía vasca está "fuerte" y hay "mimbres" para llevar a cabo, después del verano, la revisión de la previsiones económicas anunciada recientemente. Tras afirmar que prevé un 2024 "mejor" que 2023, ha asegurado que la revisión al alza de sus estimaciones de PIB permitirán "unos Presupuestos capaces de afrontar los retos de Euskadi".
El consejero ha presentado, en una rueda de prensa en Bilbao, el informe de la Economía vasca 2022, junto al viceconsejero de Economía, Iñaki Barredo.
En su comparecencia, Azpiazu ha subrayado que, tras la pandemia y la recuperación de 2021, el año 2022 empezó con "el gran interrogante" de la evolución de la inflación, que había iniciado una tendencia ascendente desde mediados de 2021.
Ha recordado que la guerra de Ucrania llevó a nuevas rupturas de las cadenas productivas, un encarecimiento de las materias primas y una crisis energética que terminó elevando la inflación, lo que se tradujo en un año "extremadamente complicado" para la economía mundial y ha supuesto un reto importante para el Gobierno vasco que ha tratado de "sostener la recuperación económica sin dejar a nadie atrás".
En este contexto, ha precisado que, durante varios meses de 2022, la variación interanual del IPC alcanzó los dos dígitos en muchas de las economías avanzadas y los bancos centrales endurecieron sus políticas monetarias para contener la inflación.
Tras repasar las subidas de tipos que se han venido dando, Azpiazu ha subrayado que la inflación de la zona euro "camina hacia su normalización", al pasar del 6,1% del mes de mayo al 5,5% registrado en junio. En Euskadi la inflación se ha situado en el 2,3%, la tasa más baja desde abril de 2021 y la subyacente se ha moderado un par de décimas hasta el 6,2%.
Presiones inflacionistas
Por tanto, ha indicado que esperan que las presiones inflacionistas puedan ir disminuyendo gradualmente, a medida que el descenso de los precios de la energía se traslade al resto de productos.
"De momento, debemos tratar de combatir el efecto contractivo que, indefectiblemente, conlleva la Política monetaria desplegada por el Banco Central Europeo realizando un uso eficiente de los fondos europeos y empleándolos en la transformación del sistema productivo como la única forma de recuperar la actividad económica sin caer en una espiral inflacionista", ha advertido.
Azpiazu ha recordado que hace un año cuando presentaron el informe de 2021 decían que Euskadi haría frente a la incertidumbre "con evidente prudencia y cautela, y tratando de amortiguar los efectos de la inflación en la ciudadanía, pero desde una situación económica sólida".
Según ha subrayado, así lo han hecho, trabajando "por afianzar las bases de la economía vasca y velando por la protección de personas y sectores económicos más vulnerables".
Azpiazu ha indicado que siguen centrados en el impulso de la agenda de inversiones Estratégicas, un conjunto de iniciativas públicas y publico-privadas diseñadas para afrontar los retos de la Transición Energética-ecologica, la Transición digital y la Cohesión social.
Fondos europeos
Según ha indicado, es un plan alineado con la iniciativa Next Generation EU y coherente con el PRTR Español aprobado en Bruselas. En este sentido, ha afirmado que urge, de manera evidente, que los fondos europeos "aterricen de una vez por todas, o corremos el riesgo de perder gran parte por el mal diseño de la gobernanza que se ha establecido por parte de España".
"Urge que las instituciones regionales seamos protagonistas de esta gestión", ha añadido Azpiazu, que ha recordado que, a finales de marzo de 2022, el Gobierno vasco y las Diputaciones Forales de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa pusieron en marcha el Plan de Inversiones Estratégicas de Euskadi 2022-2024, cuyo objetivo es el impulso de proyectos tractores para la Transformación de Euskadi.
En 2022 se invirtieron un total de 112,6 millones de euros, lo que supuso un 120% sobre el total previsto para ese año y un 21% de los 528 millones del total del Plan.
Además, ha agregado que dicho plan se sumó a los más de 1.000 millones de euros recogidos en los Presupuestos Vascos de 2021 dedicados a inversión, al Plan Extraordinario de Inversiones 2021 del Gobierno vasco con un importe de 250 millones y al fondo extraordinario 2021 de 180 millones para impulsar 25 proyectos tractores.
Posteriormente, según ha precisado, se añadieron fondos propios y fondos del Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia para completar "una apuesta contundente por la Inversión como mecanismo de Transformación del tejido social y productivo vasco".
Azpiazu ha recordado que el Gobierno vasco ha venido reclamando una cogobernanza "efectiva" de los fondos europeos, dada su preocupación porque los fondos lleguen "cuanto antes al tejido productivo y tener ese impacto positivo también de crecimiento de la economía".
Según ha indicado, han conseguido algunos "avances", pero quedan muchos pasos más para que se pueda disponer de fondos "más cuantiosos y más rápido".
Sobre las consecuencias que puede tener sobre esa gestión de los fondos un posible cambio de gobierno, ha apuntado que un "cambio de Gobierno entretiene a todo el mundo".
Según ha indicado, ahora tendrán otras preocupación como el de "montar las alianzas de futuro para tratar de hacer un nuevo gobierno", pero habrá "cierto automatismo" y espera que no tenga un "impacto negativo" en la llegada de nuevos fondos adicionales.
Azpiazu, que ha destacado también las medidas para apoyar a los más vulnerables, ha indicado que todo ello ha permitido que la economía vasca muestre "una gran resistencia y que la confianza de las empresas y las familias se haya ido recuperando". "A pesar de las profecías de los agoreros de siempre que vaticinaban nuestra entrada en recesión, la economía vasca se mantiene fuerte", ha dicho.
Ha recordado que su previsión en primavera de este año era que el PIB real de la economía crecería un 1,6% en 2023 y un 2,1% en 2024 y que el empleo crecería l 1,1% en 2023 y el 1,6% en 2024.
"Y los datos que conocimos la semana pasada, de manos del Eustat, no hacen más que reforzar el optimismo prudente que hemos venido mostrando este último año", ha agregado.
Además, ha indicado que el avance de las cuentas Económicas de Euskadi en el segundo trimestre constata que la economía creció de marzo a junio a una tasa interanual del 1,6%, tres decimas por encima de las previsiones que realizamos en primavera.
Por otro lado, los datos de la Encuesta de Población en Relación con la Actividad (PRA) del segundo trimestre de 2023 confirman que las personas paradas disminuyen en 14.500 y la tasa de paro se reduce hasta el 7,4%, la más baja desde que empezó la crisis de 2008.
Por tanto, cree que hay mimbres para hacer "un escenario más optimista" a la vuelta del verano y elaborar un proyecto presupuestario que "permita responder a los importantes retos que debe afrontar la economía vasca en los próximos años".
Azpiazu no ha querido precisar más datos sobre esa revisión al alza de la previsiones económicas, pero sí se ha mostrado convencido de que 2024 será "mejor" que 2023.
En todo caso, ha apuntado que ese 2,1% previsto inicialmente para 2024 estaría por encima del crecimiento potencial y, además, esperan que los fondos europeos puedan tener un "impacto positivo" que "permita crecer más de lo que se está planteando ahora".
En este sentido, el viceconsejero ha apuntado que, si se tienen en cuenta únicamente las subvenciones y no los préstamos o reformas, al final del periodo de ejecución de los fondos en 2026, se podría terminar con un 2,5% de crecimiento adicional del PIB.