El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación arranca hoy con la última investigación científica del verano de 2023 para analizar el estado de algunas de las especies marinas de mayor interés pesquero en el Golfo de Bizkaia. El buque oceanográfico Emma Bardán navegará en la zona con el objetivo de evaluar la abundancia y el estado de condición biológica de la anchoa juvenil como herramienta para la predicción del reclutamiento entrante a la pesquería al año siguiente. Los científicos de la Fundación AZTI son los responsables del desarrollo y supervisión de los trabajos.
En esta campaña se realizará también la caracterización de las condiciones hidrográficas y de la abundancia y distribución de los componentes del ecosistema pelágico relevantes para comprender la dinámica del proceso de reclutamiento.
Igualmente se estudiará la distribución y abundancia de predadores superiores (mamíferos y aves marinas), así como de actividades humanas y basuras marinas. El avance en el conocimiento de distribución espacial, abundancia, composición por especies y comportamiento nictimeral de las especies mesopelágicas del Golfo de Bizkaia o la puesta a punto de metodología acústica de banda ancha para discriminación de especies y tallas de especies pelágicas.
Todo ello se abordará a lo largo de un mes de campaña hasta el regreso del buque al puerto de Pasaia, previsto el 16 de septiembre. El estudio de la pesquería de la anchoa se remonta a 1987, mientras que la campaña Juvena se realiza de manera ininterrumpida desde el año 2003, aunque no fue hasta el año 2006 cuando el buque oceanográfico Emma Bardán participó por primera vez.
La campaña Juvena del año pasado determinó que biomasa de anchoas menores de un año que se situaba en 481.000 toneladas, más del doble de los resultados del ejercicio 2021, cuando la cantidad de juveniles era de 208.000 toneladas. Además, la estimación de biomasa de juveniles de anchoa en 2022 se encontraba un 80% por encima del promedio de la serie histórica.
En aquel momento, desde AZTI consideraron que estos datos eran muy buenos porque permitían garantizar un reclutamiento medio alto para la campaña pesquera de 2023 ya que conociendo la cantidad de juveniles que hay en otoño, se puede anticipar cuál será el número de anchoas adultas que habrá en el Golfo de Bizkaia en primavera-verano y planificar así una pesca sostenible. Desde la recuperación de la población en 2010, la anchoa se distribuye por todo el Golfo de Bizkaia, desde la costa hasta aguas oceánicas, tanto en la zona Cantábrica como en la plataforma francesa.