Una victoria de gran prestigio ante el Zaragoza fue el bálsamo que necesitaba el IDK, cuya trayectoria en la Liga estaba dejando mucho que desear. La victoria ante un enemigo de gran potencial ha supuesto todo un soplo de aire fresco en el club y en su entrenadora Azu Muguruza, que no duda en calificar el éxito como algo que a su equipo le debe de venir muy bien de cara al futuro. "Necesitábamos una victoria de este pelaje, en un partido muy trabajado y ante un gran rival. El equipo está más unido y confía en lo que hace".
La próxima cita volverá a competir, en este caso en casa ante el Dinamo Sassari. Las donostiarras perdieron en la ida por diez puntos por lo que están obligadas a darle la vuelta a esa desventaja si quieren seguir en Europa.