Vida y estilo

Azúcar o sacarina: ¿Cuál es mejor a la hora de hacer una dieta?

A la hora de realizar estos cambios en la alimentación, es recomendable escoger correctamente usar uno u otro
Una cucharada de azúcar. FREEPIK
Una cucharada de azúcar. FREEPIK

En algún momento de la vida, toda persona ha decidido hacer una dieta. Esto no incluye una para bajar de peso. Pese a que gran parte de la sociedad relacione el hecho de hacer una dieta con bajar de peso, existen otras para aumentar de peso, o para ganar masa muscular.

En pocas palabras, una dieta se basa en controlar la alimentación de una forma determinada y varía según los objetivos a lograr, ya sea aumentar o reducir el peso. Para ello, uno de los factores más determinantes a tener en cuenta es la ingesta de azúcar. La cantidad y el tipo es primordial a la hora de seguir una dieta y cuidar la alimentación.

Respecto a la cantidad, es obvio que no hay que abusar de ello, ya que ello conlleva a padecer ciertas enfermedades a largo plazo. En cuanto al tipo, el azúcar cuenta con diferentes alternativas posiblemente más saludables. Ejemplo de ello es la sacarina que, pese a que este tipo de edulcorante también tiene sus puntos negativos, también cuenta con ciertas ventajas. Ante esta situación, muchas personas se pueden llegar a plantear la siguiente pregunta: Azúcar o sacarina: ¿Cuál es mejor a la hora de hacer una dieta?

Aporte calórico

En el momento de iniciar una dieta, es imprescindible conocer las calorías ingeridas cada día. En caso de estar realizando una en la que el objetivo sea bajar de peso, hay que reducir la cantidad de calorías ingeridas para lograr un déficit calórico. Para ello, la sacarina parte con gran ventaja sobre el azúcar. La primera es un edulcorante artificial que no contiene calorías, lo que permite a las personas disfrutar de alimentos y bebidas dulces sin aumentar su ingesta calórica diaria.

Por el contrario, el azúcar aporta alrededor de cuatro calorías por gramo. Esto puede suponer muy poco al ingerir pequeñas cantidades, pero un uso regular del mismo puede ser determinante en una dieta. Ejemplo de ello puede ser que una sola cucharadita de azúcar contiene alrededor de 16 calorías, y es fácil consumir varias cucharaditas al día en el café, té, postres y otros alimentos.

Efectos en sangre

Este tipo de edulcorantes también tiene efectos en la sangre, ya que controlan los niveles de glucosa en la sangre. Por ello, su consumo es peligroso en personas que padecen diabetes. En cuanto al azúcar, al estar compuesto de glucosa y fructosa, se descompone con rapidez en el cuerpo y eleva de forma considerable los niveles de glucosa en la sangre. Esto puede acarrear hambre y antojos tras una liberación de insulina, por lo que es posible saltarse la dieta durante esos momentos.

En cambio, la sacarina no afecta a la cantidad de glucosa en la sangre, por lo que los picos y recaídas de glucosa en la sangre generados por el azúcar no van a existir y, en consecuencia, será más difícil saltarse la dieta.

Impacto en el metabolismo

Además de en la sangre, el consumo de azúcar también influye en el metabolismo. Un consumo excesivo se ha relacionado con la resistencia a la insulina, un factor clave en el desarrollo de la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico.

En cambio, la sacarina no aporta nutrientes ni energía, y su consumo no está relacionado con efectos negativos en el metabolismo. De todas formas, ciertos estudios han indicado que los edulcorantes artificiales posiblemente pueden alterar la microbiota intestinal y potencialmente influir en el metabolismo y la regulación del apetito.

Preferencias y Satisfacción

En toda dieta, la persona que la realice debe estar satisfecho y disfrutar durante el proceso. En caso de no hacerlo, recaer en las costumbres alimentarias previas a la dieta va a ser algo normal. Ciertas personas prefieren el sabor del azúcar natural al de la sacarina, por lo que tener esta satisfacción cada cierto tiempo puede llevar a mantener la dieta a largo plazo. Para ello, conviene escoger ciertos días con antelación, ceñirse a lo planificado y no abusar de su consumo

Efectos secundarios

Pese a que la sacarina tenga ciertas ventajas sobre el azúcar, es necesario mencionar que ambas producen efectos secundarios en términos de salud. Todo ello se basa en el volumen de consumo de los mismos. El azúcar fomenta la obesidad, enfermedades cardíacas, caries dental y otros problemas de salud. La sacarina también fomenta, aunque en menor medida, la obesidad y diferentes enfermedades metabólicas en caso de realizar una ingesta elevada y prolongada en el tiempo.

En pocas palabras, elegir entre el azúcar y la sacarina durante una dieta depende de los objetivos individuales y las necesidades de salud. Para aquellos que buscan reducir la ingesta calórica y controlar los niveles de glucosa en sangre, la sacarina puede ser una opción más adecuada. Sin embargo, es importante tener en cuenta el sabor y la satisfacción personal, así como los posibles efectos a largo plazo en el metabolismo y la microbiota intestinal. Es determinante mantener un enfoque equilibrado y bien informado permitirá tomar la mejor decisión para una dieta saludable y sostenible.

2024-07-17T09:17:49+02:00
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