Baiona estalla por Navidad: luces, farolillos, noria y mucho ambiente

Los amantes de la Navidad tienen una visita obligada a Baiona. Hasta el próximo 2 de enero, la capital labortana acoge una de las más espectaculares ferias navideñas de Euskal Herria. Y es que, durante estas semanas, Baiona recibe a miles de visitantes atraídos por su espectacular noria, el mercado artesanal, los desfiles callejeros, la suelta de farolillos y otro sinfín de actividades que hacen las delicias de pequeños y mayores.

Uno de los eventos que más público congrega son los espectáculos de farolillos, que iluminan el cielo nocturno de la ciudad. Hay dos oportunidades para sumergirse en el encanto de este acontecimiento que tiene lugar los sábados, a partir de las 19.30, a orillas del río Nive. Este sábado, día 10, la temática girará en torno a películas de animación y dibujos animados y los farolillos serán de color verde y rojo, mientras que el 17 la música que acompaña al espectáculo será tradicional y los farolillos serán blancos.

Debido a la gran afluencia de público que asiste a estos eventos, conviene acercarse con tiempo, primero, para hacerse con uno de los farolillos (se venden en varios puntos a un precio que ronda los 3 euros y la recaudación se dona a fines solidarios), y después, para lograr un sitio privilegiado para disfrutar de este espectáculo de luz y sonido que se ha convertido en una de las joyas de la Navidad baionarra.

Otro de los imprescindibles de esta exitosa feria es su espectacular noria. Está situada en la Place de la Liberté y ofrece unas vistas incomparables del conjunto de la ciudad. Abierta entre las 11.00 y las 20.00 horas, su precio es de cinco euros por persona y de cuatro euros para los niños de entre dos y diez años.

A escasos metros de la gran noria, otro de los epicentros de este estallido navideño tiene lugar en la Place du Reduit, donde tiene lugar el pequeño mercado de Navidad. Se trata de un lugar obligado para aquellos amantes del dulce, y más de una docena de casetas de madera ofrecen todo tipo de crepes, algodones de azúcar, gofres y demás golosinas con las que darse un capricho. También los amantes de la artesanía tienen aquí su pequeño paraíso, con numerosos puestos de artículos hechos a mano, muy apropiados para regalar en estas fechas.

La casa gastronómica abre a diario de 11.00 a 23.00 horas y en Nochevieja hasta las 1.00 horas, mientras que la casa de los artesanos lo hace de 11.00 a 19.00 horas, y los sábados hasta las 21.00 horas.

Además, en este punto, los más pequeños cuentan con dos atracciones muy concurridas: el carrusel, un pequeño tiovivo de dos pisos (2,50 euros por persona) similar al que Donostia tiene en Alderdi Eder y el abeto gigante (3 euros por persona).

También obligada, especialmente si se va con niños, es la visita a la casa de Papa Noel. Instalada en la Place de la République, ofrece a los más pequeños la oportunidad de conocer en carne y hueso a Santa Claus (miércoles, sábados, domingos y la semana de Navidad hasta el 24 de diciembre) y fotografiarse con él (gratuito). Además, en la misma plaza, encontramos el gran mercado de productos franceses.

Estas son solo algunas de las actividades destacadas, pero lo cierto es que en las calles del centro de la ciudad hay centenares de eventos y espectáculos.