Por fases, la reforma de las antiguas escuelas de Bakaiku sigue adelante. Después de que el pasado año se renovara la cubierta, a finales de agosto comenzaron las obras de acondicionamiento de la planta baja. Se habilitarán dos espacios: uno destinado a txikis y jóvenes y por otro lado, una sala de sus múltiples. El presupuesto de esta actuación es de 220.220 euros, con una subvención de 125.000 euros del Departamento de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra. “Esta ayuda está recogida en los Presupuestos Generales de Navarra gracias a una enmienda presentada por EH Bildu. Un requisito es que deberán estar terminadas para finales de noviembre”, observa el alcalde, Egoitz Urritza. Las obras han sido adjudicadas a Asfi.
Asimismo, adelanta que antes de que finalice el año Nasuvinsa comenzará la reforma de la primera planta del edificio para la construcción de tres viviendas protegidas de alquiler, con una superficie de entre 63 y 67 metros cuadrados. Y es que el Ayuntamiento firmó un convenio con esta empresa pública, que financiará y gestionará las viviendas durante 12 años, según explica el alcalde. “El Ayuntamiento ha puesto la condición de que se dé preferencia a los vecinos y vecinas de Bakaiku”, destaca.
Aspecto exterior de las antiguas escuelas de Bakaiku.
Por otro lado, apunta que una vez finalizadas estas actuaciones, solo quedará afrontar el aislamiento térmico de la planta baja y sustitución de ventanas para concluir la reforma integral de las antiguas escuelas. “Hemos presentado este proyecto al programa PIREP de rehabilitación de edificios públicos”. Hasta la fecha, el Ayuntamiento ha invertido 292.000 euros. Para la renovación de la cubierta se destinaron 72.000 euros, con una ayuda de 54.933 euros.
Una de las prioridades del Plan Estratégico
Dar un uso a las antiguas escuelas era un proyecto prioritario en el proceso participativo puesto en marcha por el Ayuntamiento en 2018 para definir un plan estratégico con el horizonte de diez años. Los otros dos eran recuperar el auzolan y ofrecer una alternativa al tema de la vivienda, dada la dificultad de los jóvenes a la hora de su acceso. Así, se siguió la misma dinámica para consensuar su uso. La escuela de Bakaiku cerró sus puertas en 1995 tras la implatación de la LOGSE.