Fue el último Debate sobre el Estado de la Comunidad para Bakartxo Ruiz, que realizó una intervención con un foco eminentemente social y un tono templado, en coherencia con el apoyo de su formación en la negociación presupuestaria que quiso destacar. "Cuatro presupuestos aprobados no es algo anecdótico", apuntó.
Ruiz fue de lo global a lo local, porque "la crisis también se defiende desde ahí", dijo. Quiso alejarse, afirmó, del discurso de "apocalipisis" de Esparza, a quien criticó su "desesperación" por haberse visto desplazado en esta legislatura en favor, dibujó Ruiz, del consenso de las fuerzas que se han alejado de la receta de la crisis que se eligió en 2008.
La portavoz de Bildu subrayó que "los problemas estructurales requieren de medidas estructurales". E hizo un repaso al momento de los servicios públicos. Criticó el estado de la atención primaria por insuficiente, y reclamó más recursos para la contratación. También demandó hacer frente a las necesidades en atención psicológica. Alertó sobre el incremento de personas en pobreza o en riesgo de pobreza. Reclamó asimismo medidas estructurales en empleo, ante la pérdida salarial y la siniestralidad, subrayando la existencia de "dualidades y brechas", por ejemplo para mujeres en situación de desempleo de larga duración. Además pidió la adaptación del Salario Mínimo a la realidad de Navarra. Ambición en el sector de las residencias, en su mayor parte privatizadas, apuntó.
Ruiz reconoció "pasos en la buena dirección" en materia de Vivienda, pero insuficientes. Habló de los "problemas de equidad en Educación", donde reclamó "mucha más ambición". Se refirió a la cuestión de las mascarillas, donde afeó que la colaboración público privada siga en marcos que englobó en los tiempos de UPN, de "benficios para la parte privada y "riesgos" en la pública. Y emplazó a María Chivite a "no cerrar en falso en esta cuestión".