El Bidasoa, no sin pasar malos tragos, consiguió la victoria en una cancha donde no es fácil ganar. En los viejos tiempos de La Albericia protagonizó partidos estelares contra el desaparecido Teka y ahora suma dos puntos de valor ante el BM Sinfín que está luchando por evitar el descenso. Los de Montesinos lo intentaron de todas maneras y reaccionaron cuando el marcador les era bastante desfavorable. Ello refuerza las virtudes del cuadro de Víctor Montesinos y el trabajo del Bidasoa por imponer finalmente sus tablas. Con este triunfo, el equipo ha sacado adelante los tres últimos partidos del campeonato, casualmente contra los tres cuadros que cierran la tabla. Como la experiencia es un grado, los irundarras han sentido en propia piel la capacidad del conjunto de cántabro para sorprender a sus rivales. Jacobo Cuétara lo recordó en la previa del encuentro, sabedor de lo que le esperaba. Nunca fue fácil ganar en una cancha que mantiene viva la llama del balonmano santanderino. Fue decisivo, quizás, el comienzo del Bidasoa. La salida fue arrolladora en las dos áreas (0-4) lo que obligó al técnico local a solicitar un tiempo muerto a los tres minutos de juego.
Ese parcial acompañó a los dos equipos hasta el final. Los de Artaleku siempre fueron por delante con mayor o menor holgura. Llegaron al descanso con cinco tantos de colchón (9-14) y certificaron la victoria con cuatro (22-26), después de que en el segundo tiempo los cántabros apretasen (12-14, 20-22) en distintas fases. Las oscilaciones del tanteo exigieron a los dos técnicos agotar los tiempos muertos, porque los irundarras no querían perder lo que habían conseguido y los del Sinfín trataban por todos los medios de aferrarse a las opciones de éxito.
El Bidasoa afrontó el encuentro con la baja de Kauldi Odriozola, sin recuperarse de un golpe ante el Füchse. Teniendo en cuenta que Rodrigo Salinas sigue lesionado, el lateral derecho quedaba huérfano. Julen Mujika dispuso de bastantes minutos en esa posición, por la que pasaron también jugadores diestros como Gorka Nieto. En los locales, Basualdo, afectado por una fuerte gripe, pese a estar en el banquillo, no pudo ayudar mucho a un equipo en el que la conexión Castro-Herrero Lon volvió a ser decisiva en el ataque santanderino. Entre ambos sumaron más de la mitad de los goles de su equipo. Dispararon más veces a puerta que su oponente, pero encontraron bajo palos a un Xoan Ledo que recuperó balones para la causa de su equipo, tanto desde los siete metros como en lanzamientos desde las dos líneas.
Cuétara no cambió una línea del libreto. Siguió fiel a las rotaciones dando opciones a todos los que atacan y defienden. Sin depender de la capacidad de ningún jugador en particular, la defensa (siempre en 6-0) consiguió altos porcentajes de eficacia. No es fácil dejar en 22 a un equipo que juega en su casa. Atacó desde la recuperación de balones con contraataques de plena eficacia. En el juego posicional, jugó a su ritmo esperando el momento del pase o lanzamiento. Los últimos diez minutos son un ejemplo de ello (20-22), Logran un parcial de 2-4. Todos los tantos los consigue Julen Aginagalde, fajándose en los seis metros, recibiendo los pases y ejecutándolos sin error. Tantos que galvanizan una victoria merecida, de pico y pala, y que sirven para mantenerse en solitario en la segunda posición del campeonato, coincidiendo la victoria con la derrota del Granollers en el Palau Blaugrana. Ahora, vuelta a la competición europea para cerrar la fase de grupos con la visita al Toulouse, sin que ninguno de los dos equipos se juegue nada trascedente.
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