Lo que hace tres años nació en un aula del colegio Alazne como un mero proyecto de clase, hoy ya es toda una realidad que hace que Barakaldo haya dado un importante paso adelante en materia de memoria histórica. Ya lucen en las calles barakaldarras los doce adoquines, más conocidos como Stolpersteines, con los que se recuerda y homenajea a los doce barakaldarras que fueron represaliados por los nazis y enviados a campos de concentración. “Fueron escolares del colegio Alazne los que a través del proyecto Barakaldo en la Memoria descubrieron la existencia de los Stolpersteine, y nos propusieron que nuestra ciudad entrase a formar parte del proyecto. No pudimos negarnos”, explicó Amaia del Campo, alcaldesa de Barakaldo.
Desde que desde el colegio Alazne trasladó la iniciativa al Consistorio fabril hasta su ejecución ha sido un camino largo. Ha sido una larga senda porque ha habido un arduo trabajo de investigación para tratar de descubrir a los barakaldarras que fueron víctimas del nazismo. Esa gran labor ha dado sus frutos, ya que, cuando el proyecto dio sus primeros pasos, el alumnado de 4ª ESO del colegio Alazne contaba con seis personas identificadas como represaliados del nazismo, pero, en este tiempo se ha logrado encontrar otra media docena de casos de barakaldarras que sufrieron en sus propias carnes la crueldad del nazismo. “No ha sido un camino corto. Hemos tenido que contar con la aprobación del pleno para la adhesión. También hemos dedicado muchos meses a buscar a las víctimas del nazismo, que gracias a la labor del alumnado de Alazne y a la colaboración ciudadanía, han sumado doce nombres”, indicó Del Campo. Una docena de nombres y otras tantas historias que estos adoquines dorados que se han colocado en los lugares en los que estas personas nacieron o residieron como las calles La Siebe, Pormetxeta, Lutxana, Anbía, Los Fueros, Autonomía, San Juan, Ibarra, Florida, Arrandi y Andikollano. Estos Stolpersteines brillan en mitad de las calles para llamar la atención de los barakaldarras, para que abran los ojos y recuerden la historia para, de este modo, dar el primer paso para no volver a repetirla. “Cada vez que los veamos, estos adoquines dorados nos van a recordar el horror que sufrieron estos vecinos y vecinas. Es muy importante tener presente nuestra historia para que lo malo no vuelva a repetirse”, apuntó Del Campo.
Barakaldo es la primera de las grandes ciudades vascas que coloca estos Stolpersteines para recordar la memoria de los represaliados por el nazismo, pero la instalación de esta docena de adoquines no quiere decir, ni mucho menos, que la labor de investigación. “El proyecto continúa abierto, este tipo de iniciativas no se cierran y habrá que seguir investigando si hubo más barakaldarras represaliados por el nazismo, especialmente mujeres”, ahondó Jagoba Álvarez, profesor del colegio Alazne que puso en marcha junto a sus alumnos este proyecto que se ha convertido en un fijo del alumnado de 4ª de la ESO del centro.
La jornada de mañana sábado será el momento de homenajear a los doce represaliados y, desde las 11.00 horas, tendrá lugar en la Herriko Plaza un acto en honor de estas doce personas. Al mismo acudirán autoridades como, por ejemplo, el vicepresidente primero del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, familiares de las personas homenajeadas, ciudadanía en general y alumnado del colegio Alazne, el lugar en el que se ideó esta iniciativa que devuelve dignidad a los represaliados por el nazismo y una parte muy importante de memoria histórica a Barakaldo.