Los pasajes oscuros de la historia han de ser recordados para, por un lado, reparar la memoria de las víctimas y, por el otro, tratar de que el ser humano no vuelva a repetir en el futuro atrocidades vividas en el pasado. En este aspecto, Barakaldo ha dado un nuevo paso adelante en su proceso de reconocimiento de todas las víctimas de cualquier tipo de violencia con el homenaje realizado en la jornada de ayer lunes a Alfredo Ramos Vázquez, asesinado en 1980 por ETA militar. A partir de ahora, una placa colocada en el suelo a la altura del número 23 de la calle Nafarroa de la localidad barakaldarra recordará el cruel asesinato de Alfredo, quien regentaba el bar Stadium en el mismo punto en el que desde ayer luce la placa en su memoria. Este será el primero de los varios homenajes y reconocimientos que se harán en Barakaldo a varias víctimas del terrorismo. El próximo reconocimiento de este tipo tendrá lugar el próximo mes de abril.
Al acto celebrado en la mañana de ayer lunes acudieron las dos hijas de Alfredo Ramos Vázquez, sus yernos y sus tres nietos. Además de la familia de la víctima, al acto acudieron el viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, José Antonio Rodríguez Ranz, la alcaldesa de Barakaldo, Amaia del Campo y la corporación municipal barakaldarra. Ayer lunes, justamente se cumplieron 43 años del terrible asesinato de Alfredo Ramos Vázquez, quien fue secuestrado, interrogado y ejecutado por miembros de ETA.
Secuestrado y asesinado
En el lugar en el que ayer lunes se colocó la placa, en el bar Stadium fue donde los terroristas, encapuchados y armados, abordaron a Alfredo, de 56 años y natural de Borraxeiros, una aldea del municipio pontevedrés de Agolada. Mientras los terroristas se llevababan a la fuerza a Alfredo, amenazaron a su esposa, a una de sus hijas y a una sobrina que asistieron al momento del secuestro. Desde allí, Alfredo fue trasladado a la fuerza en un coche a La Arboleda, donde fue interrogado justo antes de recibir cinco disparos en la cabeza que, por desgracia, acabaron con su vida.
Un mes antes del asesinato, una revista había vinculado a Alfredo Ramos y a Jesús García con la ultraderecha, acusaciones que el propio Alfredo Ramos desmintió en diversas cartas remitidas a medios de comunicación del territorio. Jesús García García, la otra persona señalada en el artículo de la revista, fue asesinado el 5 de enero de 1980 en el bar que regentaba en Barakaldo y, tan solo, 18 días después y, a pesar de haber desmentido repetidas veces lo que el reportaje le atribuía, los terroristas acababan con la vida de Alfredo Ramos.
Ayer lunes, 43 años después de su asesinato, se dio un importante paso adelante en la recuperación de la memoria de este hostelero que en el momento de su asesinato llevaba 18 años regentando su bar en la localidad fabril. Reparación y condena de unos hechos que nunca tendrían que haber sucedido y que, se espera, que no vuelvan a repetirse en el futuro. El homenaje a Alfredo Ramos es el primero de una serie de reconocimientos a las víctimas del terrorismo que espera hacer el Ayuntamiento de Barakaldo. Para ello, el Consistorio barakaldarra está trabajando codo con codo con el Instituto Gogora para contactar con las familias de las víctimas que fueron asesinadas en la localidad. En primera instancia, serán miembros de Gogora quienes se pongan en contacto con las familias de las víctimas para proponerles la realización de un acto de homenaje y, en el caso de que den una respuesta afirmativa, será el Ayuntamiento de Barakaldo quien se ponga en contacto con ellos más adelante para todo lo relativo al acto. De esta manera, Barakaldo quiere seguir dando pasos adelante en la reparación de todas las víctimas.
El apunte
43 años. Ayer se cumplieron 43 años del secuestro, interrogatorio y asesinato de Alfredo Ramos Vázquez, un hostelero de 56 años que regentaba el bar Stadium en Barakaldo. Su cuerpo apareció en La Arboleda, maniatado y con cinco tiros en la cabeza. La autoría del asesinato correspondió a ETA Militar.
Placa en recuerdo. En la jornada de ayer se colocó una placa de recuerdo justo en el punto en el que se encontraba el bar Stadium y donde los terroristas secuestraron a Alfredo Ramos Vázquez..