Uno de los principales problemas en los que se puede ver envuelto cualquier ecosistema es la aparición de especies invasoras que dañan gravemente el hábitat natural. Por ello, el Ayuntamiento de Barakaldo y la Agencia Vasca del Agua, URA, trabajarán de la mano para poner freno a la proliferación de especies invasoras en la ribera del río Castaños y todo ello será gracias a la ejecución de un plan que requerirá una inversión aproximada de 300.000 euros. Gracias a esta iniciativa se actuará en un total de 25 puntos de la ribera del Castaños antes de su confluencia con el río Galindo. De esta manera, se reducirá sobremanera la presencia de especies alóctonas como el arbusto de las mariposas, las campanitas moradas, el bambú dorado, la caña común, las falsas acacias y el magüey morado, entre otros. Estos trabajos cuentan con una subvención del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, Feder.
Sin duda alguna, la actuación estrella para mejorar la vida de la ribera del río Castaños como pulmón verde será la naturalización del cauce de este río a su paso por las inmediaciones del polideportivo de Gorostiza. El proyecto ya ha sido redactado y, ahora, será necesario realizar diversos estudios sobre el medio natural en el que se actuará en este proyecto. Una vez se hagan estos estudios y se adjudique el proyecto, se estima que los trabajos tendrán una duración aproximada de tres meses. "Es importante que las Administraciones concentren esfuerzos para lograr la mejora del estado ecológico de nuestros ríos para lo cual recuperar la morfología natural y su vegetación de ribera es clave. No olvidemos que un río es un ecosistema que articula el territorio, que nos brinda importantísimos servicios que no entienden de ámbitos competenciales", explicó Antonio Aiz, director general de URA.
En concreto, el tramo de la ribera del río Castaños a su paso por Gorostiza tiene una longitud aproximada de 200 metros. Es una parte del río cuya ribera no es natural, tal y como muestran las placas de hormigón que, hoy en día, lucen tanto en la margen izquierda como en la derecha de este cauce fluvial. Precisamente, gran parte de las labores a realizar se centrarán en la retirada de esas placas de hormigón que darán paso a una orilla mucho más adecuada para este tipo de ecosistemas, ya que se procederá a cubrir este espacio con tierra y vegetación autóctona de paisajes ribereños. "Estas obras son muy importantes para Barakaldo y son fruto de muchas horas de trabajo y conversaciones tanto de los representantes de URA como de los del área municipal de Desarrollo Sostenible. Se trata de la restauración de un tramo de más de 200 cubiertas por tierra y vegetación de ribera, en lugar de dejar el río rodeado por desnudas placas de hormigón", explicó Amaia del Campo, alcaldesa de Barakaldo. Estos no serán los únicos trabajos que se realizarán en el marco de este proyecto, ya que, además, también se procederá a desplazar el cauce del río Galindo a su paso por este entorno para que, de esta manera, pueda tener un fondo mucho más natural y heterogéneo que el que tiene actualmente.
Respeto y sostenibilidad
Los dos pilares básicos en los que se sustentarán estos trabajos serán el respeto por el medio natural y la sostenibilidad. En este aspecto, se tendrá especial cuidado en que durante la ejecución de los trabajos el cauce del Castaños en el que se actuará tenga agua constantemente. También se respetará el periodo en el que el pez espinoso pone sus huevos en esta zona del río, así que entre abril y agosto no se llevarán a cabo esos trabajos de renaturalización de la ribera del Castaños a su paso por Gorostiza. De este modo, los trabajos no solo supondrán una mejora futura del ecosistema de este cauce, sino que también, a lo largo de la realización de los trabajos se preservarán las especies estrella de este lugar entre las que destaca el pez espinoso.