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Bizkaia

Barazar podría estrenar este año los peajes al transporte pesado

La medida, avalada por la UE y que afectará a cinco tramos en Bizkaia, se extenderá luego con varios arcos de cobro más entre Laudio y Basauri
Varios camiones en el alto de Barazar.
Varios camiones en el alto de Barazar.

Puede que sea a comienzos de 2023. En el actual escenario de recesión y de aprietos en las tareas de suministro y abastecimiento nada es seguro ni nadie es infalible. Lo único cierto es que Bizkaia ha aprobado la norma para poder instalar peajes para el transporte pesado (más de 3,5 toneladas) en cinco carreteras y que los primeros pagos se harán en Barazar. Y los siguientes pórticos de peajes se instalarán entre Laudio y Basauri, "a determinar cuántos y puntos exactos", han apuntado fuentes forales. Después, paulatinamente, este sistema se extenderá a las otras ubicaciones de la red viaria vizcaina identificados por la Diputación Foral como puntos calientes: en la A-8 desde Basurto hasta El Haya, la N-636 desde Durango a Gipuzkoa (Kanpazar) y el corredor del Txorierri.

La tarifa es también todavía una incógnita, pero será la justa para desincentivar la circulación del transporte pesado por carreteras secundarias, lo que animaría a empresas y conductores a coger las vías rápidas existentes en el Territorio Histórico -más seguras y también de pago- como puede ser la Variante Sur Metropolitana (VSM), esquivada por muchos camioneros. El objetivo es corregir la actual postal de Barazar, Lemoa, Kanpazar... y desviar hacia vías de alta capacidad a esos miles y miles de camiones; unos cuatro mil según las primeras estimaciones. Y así, evitar accidentes, contaminación, y el deterioro de las propias vías.

Algunas voces ya avisan de que los convoyes podrían ahora desplazarse a otras localidades como Lezama, por ejemplo, para seguir evitando el pago de cualquier tasa. Por eso se ha pedido a la institución foral que tenga en cuenta este presentimiento y lo analice. Y eso que el plan diseñado cubriría el 96,5% de la red viaria vizcaina. En total, 85 kilómetros señalizados por este sistema de pago a través de 28 arcos a instalar en la N-240 (El Gallo-Variante Ubidea), N-625 (Basauri-Límite con Araba), N-637 (Cruces-Erletxe), N-636 (Durango-Límite con Gipuzkoa) y A-8 (San Fuentes-El Haya). El visto bueno definitivo a esta normativa deberá todavía completarse con ese decreto foral en el que se fije la cuantía de la tarifa, entre otras cuestiones.

Y sobre la mesa otras cuestiones también de calado para que esta medida -replicada en Araba, Gipuzkoa y Nafarroa, y generalizado en todo el continente europeo- sea interiorizada por el sector del transporte vizcaino, que tiene otro frente abierto con el precio de los combustibles y que esta mañana ha dejado patente su malestar por esta medida. En el exterior de la Casa de Juntas de Gernika, y antes del inicio de la sesión plenaria, portavoces sindicales han denunciado que afectará especialmente a los transportistas de Bizkaia y alrededores (por eso se han sumado a las protestas los de Cantabria) y han calificado la medida de “discriminatoria”, porque no pagan todos los usuarios de las carretera.

En este sentido, los transportistas han pedido apoyo a los representantes políticos. El propio Imanol Pradales, diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial hablaba del establecimiento de bonificaciones por uso, emisiones e incluso se apuntaba la conveniencia de una especie de plan Renove para ayudar a modernizar la flota. Porque el objetivo final de esta medida es efectivamente, redistribuir los flujos de camiones pesados hacia vías de alta capacidad o que esas mercancías sean transportadas en modos menos contaminantes como el ferrocarril. La descarbonización del sector y la sostenibilidad del territorio están detrás de este sistema de pago por uso que conseguiría sacar del asfalto a 4.000 grandes camiones que hoy en día circulan en una jornada normal por carreteras secundarias.

Todo eso equivaldría a plantar cada año 14 bosques con una superficie como San Mamés. Las emisiones se reducirían en un 13%, la siniestralidad un 10% y los kilómetros recorrido un 18%. Y es que, según los estudios realizados, cada transportista se hace un extra de kilometraje equivalente a un Bilbao- Bermeo por porte para evitar el peaje de la AP-68 o la Variante Sur Metropolitana. Esto es, unos 40 kilómetros entre pecho y espalda que acaban pasando factura en la atención cuando se conduce.

2022-07-21T09:47:17+02:00
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