A los pies del Casco Viejo de Pamplona, las barracas captan la atención de los más aventureros. Tras dos años sin Sanfermines, los feriantes han optado por ofrecer diversión a lo grande y han sido instaladas un total de 76 atracciones, de las cuales 4 constituyen una novedad. Así, el barrio de la Rochapea se ilumina cada julio con la llegada de las fiestas y la instalación del recinto ferial en el parque de la Runa, al que acuden aquellos que desean disfrutar de las atracciones, puestos de comida ambulantes, casetas de tiro o tómbolas. En definitiva, las Barracas son la opción favorita de los que quieren pasar una tarde repleta de diversión y entretenimiento.
En el recinto ferial el ambiente es muy variado. A las Barracas acuden personas de todas las edades, aunque quizá destacan en mayor medida los grupos de adolescentes, que, entusiasmados, recorren el lugar seleccionando las atracciones que más captan su atención. Inverter y Crazy Bob son las preferidas de los jóvenes. La primera, que es la predilección de los más valientes, consiste en un péndulo que gira sobre su eje mientras los asientos también van girando sobre sí mismos, de tal manera que los usuarios se quedan bocabajo en varias ocasiones. Por otro lado, Crazy Bob forma parte de una de las cuatro novedades instaladas este año en el recinto ferial.
Asimismo, también son muchas las familias que acuden a las barracas a pasar una tarde diferente. Las atracciones preferidas de los más pequeños son el clásico Tren de la Bruja y los coches de choque, mientras que los padres tienen predilección por las casetas de comida, donde “las cañas están muy fresquitas y buenas, pero aquí todo es caro”, afirmaban Diego Muñoz y Enrique Segarra.
Novedades
“Te da un subidón que no se puede explicar”, comentaba emocionado Jaime Alcuaz tras disfrutar de la adrenalina con sus amigos en Crazy Bob. “Sí, la verdad es que se echaba de menos una atracción así”, añadió Idoia Sanz después de escuchar las palabras de su compañero. Se trata de una atracción de velocidad con cabinas que cuelgan de una plataforma mecánica.
Hotel Monasterio es otra de las novedades, y persigue sensaciones de misterio y terror en la audiencia. “Es una atracción diferente a las otras. Nos ha gustado bastante”, aseguraba Gorka Vega después de entrar con Imanol y Pablo, todos ellos de 12 años. “Lo malo de este tipo de atracciones es que solo las puedes disfrutar la primera vez, luego ya te sabes de qué va la cosa”, continuaban.
Por último, The Limit y Jet Star, son también novedades, y ambas captan la atención a niveles generales. The Limit consiste en unas sillas que vuelan dando vueltas alrededor de una enorme estructura vertical.
Covid-19 y precios
La Covid-19 afectó también a los feriantes, y aunque algunos de ellos instalaron sus atracciones durante los años de pandemia, la situación no era del todo favorable. Por ello, los feriantes se han visto obligados a subir los precios, con el fin de compensar las pérdidas de los últimos años. El público se muestra muy descontento por el incremento del precio, que alcanza los 5€ por viaje, aunque depende de cada atracción. “Me parece un robo. Solamente dos minutos de diversión por cinco euros de viajecito... A los padres que venimos con la familia, una tarde en las Barracas nos sale por un ojo de la cara. No hay derecho. Nos arruinamos”, comentaba Nahia Campos, madre de tres hijos. Por otro lado, los barraqueros solicitan comprensión “venimos desde muy lejos, y son muchos los gastos. Nosotros, por ejemplo, venimos desde Sevilla. La gente también tiene que hacer un esfuerzo por entendernos”, comentaba el dueño de la Barca Vikinga. Aunque la subida de precios ha sido muy notable, los barraqueros desean hacer hincapié en las rebajas que ofrecerán el día 15 de julio, fecha en la que el precio será reducido en gran medida, motivo por el cual se espera mucho más público.