La calidad del sílex de Barrika ha convertido a la localidad en todo un referente a nivel arqueológico. Una materia prima que era el acero de la época en la Prehistoria, fundamental para el desarrollo de herramientas. En la localidad costera se encuentra el que es probablemente el mayor y más importante afloramiento de sílex del Cantábrico. Un destacado patrimonio que ahora cuenta con un nuevo yacimiento al aire libre de la época Chatelperroniense, denominado Zabaletxe 22, y que datan en una etapa de transición entre neandertales y sapiens hace aproximadamente 40.000 años.
En este sentido, el nuevo yacimiento, que ya se conocía porque fue descubierto en 1982 por Iñaki Libano, presidente de Edestiaurre Arkeologia Elkartea, pero no había sido excavado, está situado muy próximo al parking de la playa de Meñakoz. La semana pasada comenzó la excavación y se prolongará hasta el jueves. Entre los hallazgos encontrados destacan una veintena de materiales de sílex destinados a la fabricación de buriles. "El yacimiento se conocía, pero no a este nivel. Lo más interesante en estos yacimientos al aire libre es conseguir una estratigrafía, es decir, que unos establecimientos de materiales hallan coincidido en el uso del espacio en el mismo punto que otros, como puede ser este caso, con más de 100.000 años de diferencia entre los primeros y los más recientes", explicó Álvaro Arrizabalaga, catedrático de Prehistoria y director de la excavación junto con la doctora de la UPV/EHU María José Iriarte-Chiapusso, y con el permiso del servicio de Patrimonio de la Diputación Foral de Bizkaia y el patrocinio del Ayuntamiento de Barrika y Edestiaurre Arkeologia Elkartea.