Inspectores de la Seguridad Social, dependientes del Ministerio español de Trabajo, visitaron en noviembre varios mercados del primer sector de Gipuzkoa. Su objetivo era controlar que quienes disponen de un puesto en uno de estos mercados tienen también toda la documentación en regla. Y es ahí donde saltó la sorpresa.
En declaraciones a Onda Vasca, Xabier Iraola, coordinador de ENBA, nos ha explicado lo ocurrido. Nos ha contado que en noviembre esos inspectores "fueron a la feria de Tolosa de los sábados y exigieron una serie de documentación a los baserritarras, básicamente, todo aquello concerniente al tipo de cotización, a qué tipo de régimen de la Seguridad Social estaban adscritos". En muchos casos, los baserritarras acreditaron que estaban adscritos al Régimen de Autónomos Agrarios, por lo que "no hubo ningún problema". Sin embargo, había otros que eran pensionistas o jubilados. "El problema surge ahí" porque "están incumpliendo la legalidad de la Seguridad Social". Eso sí, añade Iraola, lo hacen "con el único objetivo de complementar una pensión miserable",
Según nos ha relatado el coordinador de ENBA, los inspectores plantearon a los baserritarras jubilados: "o dejas la actividad económica de la feria -porque al final, ir a al feria es una actividad económica- o te adscribes al Régimen de la Jubilación Activa, que te permite compatibilizar la mitad de la pensión con la actividad económica de la agricultura". Una disyuntiva que pone en apuros la economía de algunos baserritarras porque tal y como señala Xabier Iraola "si la pensión normal de un baserritarra está en torno a los seiscientos y pico euros y tiene que prescindir de la mitad de su pensión, es inviable".
Ayuda familiar, también por contrato
A este asunto de los baserritarras jubilados, se une además otra vertiente: la de la ayuda familiar. Según nos ha explicado Xabier Iraola, "lo que han dicho los inspectores es que todo lo que es ayuda familiar tiene que tener también una relación contractual con el titular. Es decir, si un hijo, una hija o un cuñado está en el puesto de la feria ayudando a sus padres, a sus tíos o a sus abuelos tiene que estar contratado por el padre, por el tío o por quien sea".
Una cuestión que el coordinador de ENBA reconoce difícil de solucionar. Entiende, por un lado, que "los inspectores lo que hacen es aplicar la ley; y, según la ley, toda actividad económica tiene que llevarse a cabo por gente que está adscrita a un determinado régimen de la Seguridad Social y, por tanto, tiene que cotizar". Añade que "desde ese punto de vista poca solución tiene el tema, salvo que alguien, alguna entidad o algún gobierno, permita una cierta exención a la gente mayor por lo menos hasta que acabe su vida laboral".
Concluye Xabier Iraola que "en estos momentos en que tanto se habla de la agricultura familiar y en que el propio ministerio, el gobierno central, quiere impulsar la Ley de Agricultura Familiar entendemos que esto es como un ataque a la ayuda familiar, al conjunto de la agricultura familiar".