Durante los próximos 12 meses, la Basílica de Begoña va a someterse a un complejo proceso de intervención arqueológica para excavar en sus entrañas, "hasta la Roca Madre, en busca de un poblado indígena prerromano" anterior al origen de Bilbao.
El objetivo, es confirmar la hipótesis de que, bajo este templo religioso se encuentran las ruinas de una antigua ciudad conocida como Vecunia y que sería, el primer asentamiento poblacional de la capital vizcaína. La Diputada General de Bizkaia Elixabete Etxanobe y el obispo Joseba Segura han dado a conocer estas obras que tendrán un presupuesto foral de 1,2 millones de euros, y cuya importancia ha resumido así, Alberto Santana, el jefe de Patrimonio de la Diputación bizkaina: "se trabaja con la hipótesis de que esta ciudad se construyese en la misma época de la Mano de Irulegi".
Las excavaciones se van a ejecutar en 4 fases, y la Basílica de Begoña estará siempre abierta, manteniendo las misas habituales.
Origen del culto cristiano, colina de Artagan
Este proyecto tiene el objetivo de profundizar en el conocimiento del origen del culto cristiano en Bizkaia y del primer asentamiento poblacional de Bilbao, así como enriquecer el patrimonio histórico y cultural del territorio.
Personas expertas en arqueología han sugerido la posibilidad de que debajo de las sucesivas iglesias medievales que han ocupado el emplazamiento actual de Andramari en Begoña puedan encontrarse las ruinas de una antigua ciudad indígena conocida como 'VECVNIA', que según las hipótesis fue colonizada durante la época romana. Aunque la existencia de esta ciudad nunca ha sido confirmada, se plantea la hipótesis de que las y los habitantes de VECVNIA podrían ser los ancestros de la población actual de Bilbao y que su asentamiento se ubicaba en la colina de Artagan, en la ya desaparecida aldea de Vecunia. Basándose en esa hipótesis, el proyecto de investigación arqueológica ha sido denominado 'Proyecto Begoña / VECVNIA'.
Abrir una ventana al pasado
La Diputada General de Bizkaia, Elixabete Etxanobe ha subrayado que "el afán de conocer nuestra historia, nuestras raíces, nos lleva a aventurarnos pues en un proyecto singular; la excavación arqueológica de la basílica de Begoña en busca de restos de la antigua Vecunia. En busca de un mejor conocimiento de nuestro pasado". Además, Etxanobe añadido que "esta excavación puede ofrecernos una radiografía única sobre uno de los lugares más representativos de Bizkaia. Abrimos una ventana al pasado que nos permita comprender mejor nuestras raíces y nuestra identidad como vizcaínas y vizcaínos" y ha concluido destacando que este proyecto representa "una oportunidad única para explorar nuestras raíces, enriquecer nuestro patrimonio cultural y fortalecer nuestra identidad como pueblo".
A su vez, el Obispo de Bilbao, Joseba Segura, ha subrayado que "es probable que las investigaciones que se van a emprender nos permitan alumbrar aspectos clave de nuestra propia historia, pero no tengo dudas de que también servirá para alumbrar mucho más allá de nuestras fronteras".
Basílica abierta por obras y manteniendo las misas
El proyecto tiene como premisa la preservación de las funciones espirituales y devocionales actuales de la Basílica mientras se lleva a cabo la intervención arqueológica y arquitectónica integral. Así, para garantizar la continuidad del culto, la Institución Foral establecerá ritmos de trabajo que permitirán mantener al menos el 60% de la iglesia siempre accesible durante las fases de excavación.
Este proyecto representa un hito en la conservación del patrimonio histórico y cultural de Bizkaia, promoviendo la investigación científica y el enriquecimiento del conocimiento sobre la historia más antigua del territorio.
El 'Proyecto Begoña / VECVNIA' contará con un presupuesto de 1.200.000 euros.
Fases de la excavación
Antes del inicio de la excavación como tal, está previsto realizar una prospección geofísica con el fin de generar un mapa simplificado del subsuelo que ayude a concretar y perfilar el proyecto de ejecución de la excavación.
Este proceso, que se iniciará antes de verano, trata de introducir una sonda en el subsuelo para extraer un testigo o columna estratigráfica que permitirá conocer a qué profundidad se encuentra la roca base del terreno y cuál es la potencia de las capas intermedias de ocupación humana que se ha acumulado a través de los siglos.
Una vez finalice esta fase previa y se analicen sus resultados, la Institución Foral dará comienzo a la excavación.
La excavación, que requerirá de un año de plazo, se desarrollará en cuatro zonas distribuidas en 1.100 metros cuadrados del interior de la Basílica de Begoña y en cada una de ellas se intervendrá durante un período de tres meses.
La primera zona se centrará en la nave Sur; la segunda zona, en la nave Norte; la excavación de los tres tramos de la cabecera de la nave central abarcará la tercera zona; y, por último, la cuarta sección se centrará en la excavación de los tres tramos de los pies de la nave central.
En el periodo en el que se trabaje en estas zonas se aislará visual y acústicamente el área de trabajo de los investigadores, se implementarán las medidas de seguridad necesarias y se realizarán las acciones previas correspondientes, incluyendo la protección de los elementos muebles que no vayan a retirarse –como retablos y cuadros, entre otros–.
Además, en todas las fases de trabajo, la zona afectada por las excavaciones se aislará del resto del templo con paneles de madera recubiertos de lona serigrafiada con la imagen de las partes que queden ocultas por la intervención, de forma que las personas visitantes no pierdan la perspectiva integral de la iglesia. Y para que la investigación no interfiera en el culto, el acceso de las personas usuarias al templo será distinto del habilitado para el uso por parte del personal investigador.
Finalizada la intervención arqueológica de cada fase, se prevé reponer el pavimento afectado y, en función de los resultados de la investigación, también se contempla la instalación de una subestructura ligera para apoyar un pavimento flotante que permita el acceso al espacio subterráneo en el futuro.
La excavación arqueológica contará con un equipo de 10 profesionales de la arqueología asistidas por personal auxiliar.
Estudios posteriores a la excavación
Una vez finalizada la excavación, la Institución Foral pondrá en marcha el estudio posterior a la misma con el fin de obtener una muestra completa de la evolución del poblamiento y de la población de Begoña.
La excavación irá unida a un plan de estudios y análisis de laboratorio, para convertir el registro arqueológico obtenido en los trabajos de campo en información histórica.
Los estudios habituales que conlleva una excavación (análisis de la estratigrafía, de las estructuras y de los materiales recuperados) se completarán con estudios específicos en materias como la arqueobotánica, la paleogenética, ADN, o el análisis de isótopos, entre otros, para lo que el estudio contará con especialistas en distintas disciplinas.